Granell se despide desde el césped de Montilivi

Un emotivo acto para Granell

Un emotivo acto para Granell / sport

Tatiana Pérez

Un gol de Pere Milla en el minuto 96 lo precipitó todo. Àlex Granell nunca se había imaginado marchando del Girona, pero después de la derrota contra el Elche en la final del play-off de ascenso lo tuvo claro. «Cuando terminó el partido, las emociones fueron mucho más intensas de lo que pensaba que se podía oír en un campo de fútbol. Los sentimientos que reviví iban más allá del aspecto personal o profesional, afectaban, incluso, a la salud. Era el momento de emprender un nuevo camino », reconoció ayer el centrocampista durante el emotivo acto de despedida que se le preparó en el mismo césped de Montilivi. No sabía ni cuándo ni dónde, y quizás el proceso se «alargó más de la cuenta», pero desde aquel fatídico 23 de agosto su salida era una realidad: «la decisión estaba tomada». Sobre todo, cuando escuchó la oferta de uno de los principales accionistas del Girona, Marcelo Claure, para irse al Bolívar, de su propiedad. “Tengo ganas de crecer y, además, ven en mí una persona que puede ayudarles. Me apetece mucho conocer Bolivia y vivir nuevas experiencias», explicó.

El ya ex capitán fue franco y fiel a los valores que la han perseguido siempre. No pudo evitar emocionarse durante referirse a su familia ya los compañeros. Algunos como Stuani, Bernardo, Aday y Juanpe le arroparon, igual como sus padres y esposa, el entrenador Francisco y el presidente Delfí Geli.

En el aspecto deportivo, ayer LaLiga cambió el horario del partido de los de Francisco, previsto para el lunes. Finalmente visitarán Butarque el domingo a las 4 de la tarde.