Todo congelado en La Romareda

Zaragoza y Ponferradina no pudieron pasar del empate sin goles en un partido condicionado por el frío

Los maños se mantienen a cuatro puntos del descenso que sigue marcando el conjunto berciano

Resumen y highlights del Zaragoza 0 - 0 Ponferradina de la jornada 25 de LaLiga Smartbank

Resumen y highlights del Zaragoza 0 - 0 Ponferradina de la jornada 25 de LaLiga Smartbank / LALIGA

SPORT.es

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Un puntito a domicilio en Zaragoza. El frío mandó en La Romareda, noche glacial, congelando las ideas de unos y otros hasta sellar el cero a cero inicial. Bien en defensa la Ponferradina, pero casi inexistente en ataque. Sólo en una jugada aislada en la estrategia, un córner, pudo marcar Naranjo a los 88 minutos pero su testarazo lo salvaban entre la manopla de Cristian y el travesaño. Poco antes Bermejo había enviado también a la madera la mejor de los locales, en un encuentro igualado sobre todo en el segundo acto. El primero fue más de los locales si bien la Esedé se lleva al final un punto.

Zaragoza-Ponferradina (30/01/23)

Liga SmartBank

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Alineaciones
Zaragoza
Álvarez; Larra (Luna, 69'), Francés, Lluís López, Gabi Fuentes; Bermejo, Francho (Manu Molina, 86'), Zapater, Mollejo (Pape Gueye, 69'); Giuliano. Iván Azón (Puche, 33').
Ponferradina
Amir; Paris Adot, Pascanu, Amo, Moi Delgado; Dani Ojeda (Ale Díez, 90'), Adri Diéguez (Erik Morán, 67'), Kelechi, Agus Medina (Yuri de Souza, 67'); Naranjo, Derik (Heri Tavares, 81').

A los tres minutos, el primer susto para el marco berciano en una gran conducción de Giuliano con apertura sobre Bermejo, quien encaró el marco con un delicioso control orientado para disparar alto cuando entraba en el área. La Ponferradina se asentaba sobre el rectángulo manteniendo un esquema con dos puntas, Derik y Naranjo, mientras Amo aguantaba muy bien a Giuliano en una peligrosa carrera del joven punta zaragocista. Se pidió falta, no la había.

El peligro era monopolio aragonés, y una gran entrada al área de Iván Azón con caño a su par incluido lo despejaba oportuno Pascanu en el pase de la muerte del nueve local. Apretaban los locales, contemporizaba la Esedé, si bien los de Escribá abusaban de los balones en largo. Hasta el minuto catorce no se asomaron los de David Gallego al marco de Álvarez, con una jugada de gran control y generación de Derik desde la esquina, culminada por Nwakali con un zapatazo muy desviado.

Contestación maña desde la derecha a los 16 minutos, con una buena entrada de Larra, cuyo centro al primer palo lo remataba fuera al lateral de la red en carrera Giuliano, adelantándose a los centrales. Después, Amir salía muy bien de su área, atento el persa, adelantándose a Giuliano en el enésimo envío en largo sobre los puntas del Real Zaragoza.

Y otro pelotazo a Iván Azón permitía al nueve local ganar en la carrera a Pascanu para soltar un latigazo desde la frontal que Amir despejaba a córner en un verdadero paradón al paso por el minuto 25. Jugaban con fuego los de Gallego en ese juego blanquillo de balones a la espalda de la zaga.

Muy poco de la Ponferradina en sus posesiones, lastradas por una colección de errores que dejaban aún más helado al inactivo Cristian Álvarez. La mala noticia para el Zaragoza llegaba con la lesión muscular de Azón, que dejó el campo a los 33 minutos.

En los minutos finales del primer acto el encuentro se igualó más en la medular, una lucha sin cuartel por la posesión con peligro en una llegada berciana a los 40 minutos entre Derik y Naranjo, bien taponados ambos por la defensa maña. Hasta el asueto poco que añadir, con una Ponferradina de menos a más asegurando el empate en el descanso.

Salió la Ponferradina dando un paso adelante, si bien el primer susto fue aragonés en un control que se le iba largo a Giuliano dejando atrás a Amir en su salida. La pelota era ahora de los naranjas, con los detalles de Derik en ataque como notas de calidad en un equipo que, sin prisas, seguía creciendo en el partido y asomándose al portal de Cristian, como en un chut lejano y desviado de José Naranjo. Los dos equipos lo intentaban, pero las defensas imponían su ley sellando cualquier opción de peligro claro en las áreas, con Amo y Pascanu brillando en el costado berciano.

Tras un escalofriante choque entre Gabi y Paris Adot, por fortuna sin consecuencias, David Gallego movía piezas con la entrada de Erik Morán y Yuri de Souza, un cambio doble y de claro talante ofensivo, si bien el encuentro seguía moviéndose a impulsos pero marcado más por las imprecisiones que por las jugadas vistosas.

Con el paso de los minutos era el Real Zaragoza el que tenía más la posesión en la zona ancha, pero sin generar opciones. En el balón parado también lo intentaban los de la capital aragonesa, pero por arriba Pascanu y Amo también dictaban su ley. Simeone, como minutos antes Mollejo, lo intentaba de cabeza pero con el punto de mira muy desviado mientras la Deportiva mascaba más sus jugadas esperando que llegase ese chispazo, ese pase que rompiera alguna línea. No aparecía.

Dani Ojeda se dolía de un golpetazo contra la valla, empujado por Gabi en una carrera entre ambos más allá de la línea de banda, con conato de tangana que por suerte no pasó a mayores, imponiéndose el diálogo. El que se marchaba tocado era Derik, suplido por Heri, con la Ponferradina respirando aliviada segundos después cuando la jugada entre Luna y Bermejo la culminaba el segundo con un zurdazo raso en el balcón del área que se estampaba en la base del poste, la más peligrosa de la noche hasta el momento para el Real Zaragoza.

El espigado Pape Gueye le daba nuevos bríos a la ofensiva local, con una Deportiva que no daba señales de vida más allá de la línea del centro del campo. Pero a los 88 minutos, en la estrategia se rozó el cero a uno en la salida de un córner. La importancia de la estrategia, cuando José Naranjo conectaba un testarazo que el guante de Cristian Álvarez desviaba contra el travesaño, espectacular jugada donde la Ponferradina rozó el cero a uno.

Amir se lucía en un mano a mano dos minutos después ante Gueye, si bien la jugada era anulada por fuera de juego en unos minutos finales más animados. Al final, las idas y vueltas no cuajaron en nada y el cero a cero se quedaba en todo lo alto.