Las sartenes quedarán como nuevas con este producto que tienes en casa

Es importante que la sartén esté fría antes de comenzar a limpiarla

El sencillo truco para quitar definitivamente la grasa de las sartenes con esto que tienes en casa

Con este fácil y rápido truco tus sartenes quedarán como nuevas. / SPORT.es

Las sartenes son los utensilios de cocina más complicados de limpiar. Son delicadas, y eso impide aplicar fuerza, agua muy caliente o productos que puedan dañar en teflón. Afortunadamente, si aplicas bicarbonato, el resultado mejora.

El bicarbonato de sodio es un producto natural, no tóxico y económico que se encuentra fácilmente en cualquier supermercado. Sus propiedades químicas lo hacen ideal para la limpieza de diferentes superficies, incluyendo las sartenes. Para utilizarlo, necesitarás algunos suministros adicionales, como agua, jabón y una esponja o cepillo para fregar.

Cómo limpiar una sartén con bicarbonato

Para comenzar, es importante que la sartén esté fría antes de comenzar a limpiarla. Si intentas limpiar una sartén caliente, el bicarbonato puede quemarse y adherirse aún más a la superficie. Una vez que la sartén esté fría, agrega una cucharada de bicarbonato de sodio en la sartén y extiéndelo de manera uniforme en toda la superficie. Luego, agrega agua tibia en la sartén, aproximadamente hasta la mitad, y agita la mezcla. Es importante que el bicarbonato de sodio y el agua se mezclen bien para crear una pasta.

Después, deja que la mezcla repose durante unos minutos en la sartén. Esto permitirá que el bicarbonato de sodio penetre en los restos de comida y grasa que están pegados en la superficie. Luego, utiliza una esponja o cepillo para fregar la sartén con la pasta de bicarbonato de sodio y agua. Asegúrate de fregar bien las áreas donde se encuentran los restos de comida y grasa para que la mezcla pueda descomponerlos y despegarlos de la sartén.

Una vez que hayas terminado de fregar, enjuaga la sartén con agua caliente y jabón para eliminar cualquier residuo de bicarbonato de sodio. Es importante que elimines todos los restos de bicarbonato de sodio para evitar que se adhieran a la sartén en el futuro. Luego, seca la sartén con una toalla limpia y déjala secar completamente antes de guardarla.