Nadal no titubea ante Schwartzman y se planta en la final

Rafa Nadal ya está en una nueva final de Roland Garros. Ya casi ni sorprende por lo habitual que es. Será la decimotercera de su carrera. Nadie ha pisado tantas veces ese territorio en París como él. Hoy se tomó la revancha ante el argentino Diego Schwartzman con un ejercicio de perseverancia y efectividad (6-3, 6-3 y 7-6(0), en 3h y 12 min). Lo que pasó en Roma hace un par de semanas se quedó en Roma.

El próximo domingo (15:00 horas, CET) peleará por una nueva Copa de los Mosqueteros (de momento acumula doce) ante el vencedor del duelo entre Novak Djokovic y Stefanos Tsitsipas, que se jugará a continuación.

El manacorí, vigente campeón del torneo, necesitó una hora y seis minutos para adjudicarse el primer parcial de la semifinal. Ese set le abrió un camino que ya no dejó escapar a pesar del engañoso resultado. Opciones de 'break' en los primeros cinco juegos del partido y demasiadas imprecisiones por parte de ambos (11 errores no forzados de Nadal por 15 de Schwartzman).

Nada tuvo que ver con lo vivido en el Masters 1.000 de Roma, donde Rafa acabó inclinándose ante el argentino en cuartos de final sin apenas rodaje competitivo. Tomó buena nota de ese duelo el pupilo de Carlos Moyá y llevó bien aprendida la lección para aplicarla en el partido de hoy.

Llevó a Schwartzman a su terreno aunque no tuvo su mejor día con su servicio. 67% de puntos ganados con su primer servicio y 54% con el segundo (su media en París era de un 71% con el primero y 64% con el segundo). Además, el balear cedió hasta en tres ocasiones su servicio (había perdido cuatro en total en los cinco partidos previos).

En todos y cada uno de los sets, Nadal decidió variar su estrategia. Cambió el ritmo del choque jugando a las alturas para que el 'Peque' no se sintiese nada cómodo sobre la arcilla parisina. Dejadas y cortados. No quería que el argentino liquidase los intercambios en pocos golpeos como pasó en la capital italiana y así empezó a forjar su pase a la final a base de paciencia.

También ayudó el horario y la climatología en París este viernes 9 de octubre. Primera hora de la tarde y ni rastro de la lluvia. La pelota pesaba menos y botaba más a diferencia de sus partidos previos. Fue lo más parecido a lo que está acostumbrado cuando Roland Garros se disputa en sus fechas habituales a finales de mayo y comienzos de junio.

El tercer y definitivo, el más igualado de todos, se acabó decidiendo en el 'tiebreak' porque el argentino decidió agarrarse a la pista. Quiso estirar su tremenda participación en París, pero el 'rey' de la tierra impuso su ley con un 7-X en la muerte súbita.

DJOKOVIC O TSITSIPAS, EL RIVAL

En la final, Rafa ya espera al vencedor de la segunda semifinal que enfrenta, a continuación, al serbio Novak Djokovic y al griego Stefanos Tsitsipas también en la Philippe Chatrier.

El campeón ya está a un solo triunfo de sumar su decimotercer Roland Garros y de igualar el récord de Grand Slams de Roger Federer. Sigue sin ceder un solo parcial en esta edición. Es un animal competitivo como pocos y quiere más en su 'tierra' preferida.