El monumental enfado del entrenador del Alavés tras el gol de Lucas Vázquez

La agónica victoria del Real Madrid frente al Alavés en Mendizorroza (0-1), conseguida gracias al gol marcado en el minuto 92 por Lucas Vázquez, provocó la lógica alegría entre Carlo Ancelotti y sus jugadores, que de esta manera cierran el año 2023 como líderes de la clasificación junto al sorprendente Girona de Míchel. Pero también, el descomunal enfado del entrenador del Alavés, Luis García Plaza.

El 1x1 del Real Madrid contra el Alavés

El gol del centrocampista gallego del Real Madrid no fue acogido con alegría, ni mucho menos, en el bando alavesista, especialmente por su entrenador Luis García. El técnico vio cómo todo el trabajo del equipo se iba por el barranco por culpa de una acción puntual en el tiempo de descuento, además después de que su equipo tuviera opciones de triunfo.

En estas circunstancias, Luis García no pudo contener la rabia, tal como captó la cámara de DAZN que seguía las evoluciones del banquillo del conjunto vitoriano. Los aficionados de la Tribuna de Mendizorroza y los integrantes del banquillo local vieron volar una nevera y el chaquetón de Luis García, quien después agarró a uno de los integrantes del staff técnico mientras juraba en arameo y gesticulaba como si estuviera poseído. Tiró el gorro al suelo y ya de regreso a su asiento en el banquillo continuó gritando y soltando potadas.

Y además, tuvo que dar explicaciones...

Para el Alavés perder ese punto le implica bajar de la decimotercera a la decimosexta plaza y quedarse a un punto del Sevilla que, además juega este viernes el aplazado partido contra el Atlético de Madrid. "No me apetece hablar, pero tengo que cumplir con esto", reconoció mientras atendía a los micrófonos de DAZN a pie de campo, todavía caliente: "Teníamos que haber mandado el balón allí (mientras indicaba la otra punta del estadio, a la supuesta portería rival) y se acaba".

Además, se lamentó del desajuste defensivo: "Y luego, remata un jugador solo. Estoy más enfadado con esto que con haber estado romos con el balón. No nos puede rematar Lucas solo. Hay que saber jugar a esto". Más tarde, ya más calmado, rebajó la tensión: "Somos personas, no voy a reírme. Si hubiéramos metido un gol, pues habría salido al campo a celebrarlo. Es normal", bromeó.