Unionistas - Real Madrid: Los sueños son para vivirlos

Sin Ramos ni Odriozola en el último entreno antes de la Copa del Rey

Sin Ramos ni Odriozola en el último entreno antes de la Copa del Rey / EFE

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

El Unionistas no se veía en otra. Enfrentarse al Real Madrid a partido único en su modesto estadio es un sueño para vivirlo. Luego podrá pasar cualquier cosa, pero que les quiten lo ‘bailao’. 

Saben que si los blancos se ponen a jugar, a ellos les va a tocar mirar y quién sabe si aplaudir, la cuestión es que Zidane sea capaz de centrar a sus jugadores en el balón y no en el entorno de un estadio de atletismo al que pueden saltar pisando nieve o hielo en lugar de césped.

Un partido singular pero de competición, que vale, y el que pierda se va a casa a seguir la Copa por la televisiónZidane intentará evitarlo, porque es el único título que se le resiste y, quizá, el que ha dejado peor recuerdo en su memoria desde que entrena a los blancos con aquella eliminatoria perdida ante el Leganés en el Santiago Bernabéu. Una dolorosa caída porque en la ida ganaron 0-1 en Butarque y perdieron en casa 1-2 contra pronóstico que dejó a todo el madridismo con cara de tontos.

ESPECIAL PARA ZIDANE

El Unionistas es inferior a aquel Leganés, pero seguro que en ilusión golean a los madridistas, e incluso alguno de ellos puede tomárselo como una molestia. Esa es el fantasma contra el que debe pelear Zidane, en prohibir actitudes negativas porque, si no, les puede ir de regular a muy mal.

Es de esos partidos en los que el Real Madrid se lo juega todo por las diferencias entre uno y otro. Y eso es una ventaja para los salmantinos, que ya han ganado su partido colándose en los dieciseisavos de final tras eliminar al At. Baleares, uno de los gallitos de la Segunda B, y al Deportivo, un rival al que pilló en crisis y lo crujió en los penaltis tras acabar 1-1. 

HOY, ENTRENAMIENTO

Jabi Luaces es un tipo peculiar, que dice las cosas con tal naturalidad que parecen normales. “No voy a gastar un minuto en analizar al Real Madrid”, dice como si su trabajo no le importara demasiado. Pero sí, y mucho. Incluso cambia el paso a todos dando descanso a su equipo en la previa del partido para hacer hoy por la mañana el último entrenamiento en el que ajustar cosas si es que tiene que ajustar algo.

Zidane sí siguió sus rituales acostumbrados y seguro que el partido le preocupa tanto, o más, que el del sábado en Valladolid. Sabe que perder provocaría un cataclismo que afectaría a la moral de la tropa y de una afición a la que ha devuelto la alegría. 

LOS ONCES

Ambos técnicos harán rotaciones, aunque el local afronta el partido como un premio para toda la plantilla. La pena es que sólo pueden jugar 14 (11+3). Si por él fuera, jugarían todos como si fuera un partido de pretemporada. 

Zidane ha dejado en Madrid a Modric, Kroos y Rodrygo, además de Mariano y Odriozola, que están tan acostumbrados a quedarse en casa este curso que buscan una mudanza antes de final de mes.

Tampoco están los lesionados Hazard y Sergio Ramos, amén de Asensio. El francés hará rotaciones pero también utilizará el partido para dar salida a jugadores sin ritmo por lesiones o poca actividad. Por eso serán Bale y James y nueve más, porque del francés se puede esperar cualquier alineación.