Otro proyecto de Florentino Pérez cuestionado

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid / EFE

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

El Real Madrid ha ido perdiendo nombres propios año a año refugiado en la consecución de tres Champions League consecutivas. Florentino Pérez ha cerrado la caja para cambiar de política con fichajes de jóvenes promesas que necesitan jugar para explotar. Sólo Isco se ha abierto paso por las constantes lesiones de Bale, y Varane, por la venta de Pepe. Siguen esperando a Asensio, que no acaba de explotar; a Ceballos, Vinicius o Odriozola por nombrar los mejores fichajes de los últimos años.

Los Cristiano, James, Pepe, Kovacic, Di María, Morata… pidieron la cuenta y no se les buscó relevos de tronío, de jugadores hechos que mantuvieran el nivel de una plantilla que se sujeta en un once titular que empieza a quemarse después de tantos años de máxima exigencia. Florentino Pérez diseñó personalmente el proyecto actual tras provocar la renuncia de Zidane, que no vio cumplidas sus peticiones para afrontar otra temporada que iba a ser más exigente que las anteriores.

UNA CRISIS QUE LLEGÓ DEMASIADO PRONTO

Florentino Pérez fichó a Lopetegui, que a las primeras de cambio ha provocado una crisis cabalgante. Los malos resultados y el cambio de estilo no acaba de encajar con el del Real Madrid, ni con el perfil de los jugadores que tiene. Mantiene el mismo equipo que utilizaba Zidane, pero no funciona en su dinámica, en una pizarra exigente y sin esa referencia que ha sido Cristiano Ronaldo en los últimos años. Una salida que no ha tenido respuesta desde el club, que ha confiado en Bale y Benzema cuyos límites ya conocían.

La falta de gol era una necesidad que se sabía aparecería tarde o temprano con tándem franco-galés. La situación es límite y Lopetegui es el eslabón más débil, pero no el responsable final. Si hay un responsable es quien elaboró el proyecto, el que cambió la política de fichajes, el que vendió valores reales y no buscó sustitutos para un equipo que lleva sujetándose sobre los mismos cimientos demasiados años. A eso se suma la falta de confianza hacia los nuevos valores, porque el Real Madrid no es un equipo diseñado para formar jugadores. Es un equipo en el que juegan los mejores y no proyectos de grandes jugadores.