Marca: Tensión entre Ramos y Cristiano

La aparente buena relación que tenían Sergio Ramos y Cristiano se ha ido deteriorando

La aparente buena relación que tenían Sergio Ramos y Cristiano se ha ido deteriorando / EFE

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Las continuadas declaraciones de Sergio Ramos a raíz de que Cristiano Ronaldo destapara 'la caja de los truenos' comparando la plantilla actual con la de la temporada pasada reflejan que las relaciones entre los dos 'pesos pesados' del Real Madrid no son idílicas, pero el diario 'Marca' va un paso más allá y habla sin tapujos de tensión entre los dos capitanes. Una situación que, por la trascendencia y ascendente en el vestuario de ambos, se puede hacer insostenible.

todo empezó cuando a Cristiano Ronaldo, en un arranque de sinceridad, se le ocurrió decir que la plantilla actual tiene menos fuerza desde la marcha de futbolistas como su compatriota Pepe, al que le une una gran amistad, Morata, que se está hartando de marcar goles en el Chelsea y pone en evidencia a la BBC, o James, con el que comparte representante.

Palabras que sentaron muy mal al portador del brazalete. Sergio Ramos salió en defensa del vestuario, y para ello no dudó en atacar a CR7. Primero al señalar que le escuchó decir lo mismo después de "ganar las dos Supercopas". Y después, cuando ante la enésima 'amenaza' de Cristiano de querer dejar el Madrid, cuando tras el empate de la selección española en Rusia, Ramos admitió que Cristiano se le está "escapando de las manos".

NEYMAR ENTRA EN ESCENA

En el trasfondo de esta tensión, como explica el rotativo, está que mientras Cristiano ha perdido los apoyos que tenía en el vestuario, Sergio Ramos se ha hecho aún más fuerte con los canteranos que han subido y que le siguen a pies juntillas. Y el de Camas, apoyado por sus afines del vestuario, ha querido atacar al portugués por donde más le duele: elogiando y pidiendo para el Real Madrid a otra estrella mundial, en este caso Neymar.

Sin duda, ninguna gracia le ha hecho a CR7 que Ramos y compañía le abran las puertas al brasileño. Es una forma de ningunearle y de seguir creciendo la tensión, le puede explotar a un Zinedine Zidane que, de momento, calla.