El 'plan B' de España se deja empatar en Rusia

Javier Giraldo

Javier Giraldo

El 'plan B' de Lopetegui se quedó a medias en San Petersburgo: España se dejó empatar ante el entusiasmo de la selección rusa, tras adelantarse por tres veces en el marcador gracias a los goles de Jordi Alba y al doblete desde el punto de penalti de Sergio Ramos.

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Amistoso

3
3
Alineaciones
Rusia
Luniov, Smolnikov (Igantyev, 86'), Vasin, Dzhikia, Kudryashov (Rausch, 74'), Zhirkov (Kombarov, 81'), Anton Miranchuk (Alexey Miranchuk, 66) Glushakov, Dzagoev (Kokorin, 60'), Kuzyaev (Erokhin, 60') y Smolov.
España
De Gea, Nacho, Piqué, Ramos (Vitolo, 57'), Alba (Moreno, 45'), Busquets (Silva, 57'), Iniesta (Illarramendi, 45'), Thiago (Saúl, 59'), Suso (Callejón, 45'), Asensio y Rodrigo.

España fue de más a menos en Rusia: en un partido sin demasiado ritmo, de incómodo encaje en el calendario, la selección ofreció demasiadas dudas en defensa y poca imaginación en ataque. Lopetegui dedicó la segunda parte a probar un nuevo dibujo, con una defensa de tres centrales, pero el experimento no salió demasiado bien: demasiados desajustes y poca consistencia. 

Al final, España salvó el empate para cerrar el año sin derrotas (dos empates y ocho victorias en 2017), pero con unas sensaciones agridulces, tras el gran rendimiento del equipo ante Costa Rica. 

alba abre el marcador

Y eso que la selección comenzó imponiendo su calidad: como ante Costa Rica, fue Jordi Alba el encargado de abrir el marcador: lo hizo tirando un desmarque por dentro y aprovechando un pase templado de Asensio al área. El remate de cabeza del lateral catalán fue impecable, el toque jsuto para superar la estirada de Luniov. Corría el minuto 8 y el partido se ponía muy de cara para la selección.

Fueron los minutos más cómodos para España ante una Rusia desconcertada: la selección controló el partido con Busquets, Iniesta y Thiago en la sala de máquinas y la verticalidad de Asensio en el ataque. El debutante Suso lo intentó como extremo zurdo, aunque sin demasiada suerte. Rodrigo, el 'nueve' de España en ausencia de Morata, tampoco encontraba demasiadas opciones de remate.

El segundo gol llegó gracias a un riguroso penalti señalado por el italiano Rocchi: Kuzyaev despejó el balón con el hombro derecho y el árbitro señaló los once metros. Sergio Ramos transformó el lanzamiento. 

Faltó sentenciar

Con el 0-2, España dio un paso atrás: tocaba dosificar fuerzas y guardar esfuerzos para más adelante, a pesar de que sobre el césped había jugadores obligados a ganarse un puesto. Rusia, una selección que no vive sus mejores días, se estiró y puso a prueba la solidez de la defensa española.

Fue una de las lecturas negativas del amistoso para España, un equipo capaz de sublimar el juego de ataque en sus noches de inspiración, pero con ciertos desajustes en la retaguardia. A pesar de la experiencia de sus centrales (Ramos y Piqué son indiscutibles desde hace años), España transmite cierta fragilidad: lo aprovechó Rusia para moverse con fluidez en la zona de la corona del área de De Gea.

El 1-2 llegó en el minuto 40: lo marcó Smolov, tras moverse bien en el punto de penalti frente a la oposición de Piqué. 

Cambio de sistema tras el descanso

Tras el descanso, Lopetegui retocó el dibujo para jugar con tres centrales (Nacho, Piqué y Ramos), dos pivotes (Illarramendi y Busquets) acompañados en la medular por Callejón y Moreno por ambas bandas, Thiago y Asensio, y con Rodrigo como delantero centro.

Pero la segunda parte no empezó bien para España, que no supo defender una progresión de Rusia por el costado izquierdo. Nacho no estuvo demasiado contundente ante Dzagoev y el rechace quedó en los pies de Miranchuk, que batió a De Gea a bocajarro.

dudas en defensa

El empate apenas le duró un par de minutos a Rusia: en el saque de una falta desde la zona de tres cuartos, el árbitro volvió a intervenir para señalar otro penalti discutible por un agarrón a Ramos: repitió el capitán como tirador para firmar su segundo gol del partido. 

Lopetegui continuó su carrusel de cambios para dar entrada a Silva, Vitolo y Saúl, pero a España le costó gobernar el partido. El experimento de los tres centrales no acabó de funcionar: la defensa no estuvo especialmente intensa y Rusia lo aprovechó para volver a empatar, con un gran disparo de Smolov desde la frontal del área.

En el último cuarto de hora, el partido se rompió, con alternativas para ambos pero sin ocasiones claras: a España le costó acomodarse en el campo, víctima de un cierto cansancio. El entusiasmo de los rusos prevaleció,pero no fue suficiente para ganar el partido, que concluyó con un brutal choque entre el portero ruso, Luniov, y Rodrigo. La rodilla del delantero impactó en la cara del portero, que quedó aturdido. Rusia ya había agotado los cambios y de manera testimonial, Glushakov hizo de portero en los últimos segundos.