Los jugadores del Real Madrid, cada vez más desquiciados

Los jugadores madridistas, cada vez más nerviosos

Los jugadores madridistas, cada vez más nerviosos / AFP

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Los jugadores del Real Madrid parecen querer vivir del pasado, de ese éxito en la Champions League que ha valido para aumentar el valor individual de cada uno al hacerse hueco en los mejores onces de cada temporada. Pero sin victorias no hay gloria y arrecian las críticas hacia un equipo que, sorprendentemente, se ha derrumbado. Un grupo que transmiten nerviosismo a través de sus voces más autorizadas, atacando los juicios de la prensa. Críticas que se extienden por las redes sociales y una afición a la que tienen deprimida con sus 'exhibiciones'.

Hay jugadores que se revuelven contra los medios sin asumir sus culpas. Un nerviosismo que linda con el desquicie como dejó entrever el capitán Sergio Ramos al liarse a balonazos con el último en llegar, Reguilón, que dio lástima abandonando el lugar de los hechos con el 'rabo entre las piernas'. Sí, el 'rabo entre las piernas', como definió Isco a los más críticos por la errática trayectoria que llevan. "Los que lo critican luego se acaban de meter el rabito entre las piernas", dijo. Así acabó él el partido contra el Viktoria Pilsen, cuando Lopetegui lo quitó por otra actuación repleta de errores, incluida una finalización egoísta con dos compañeros a los que no quiso pasar el balón cuando estaban en boca de gol.

"No podemos llorar por alguien que no quiso estar aquí", dijo el malagueño en referencia a Cristiano Ronaldo. El portugués luego le dio la razón "no, no se puede llorar", e Isco redondeó su comparecencia ante los medios antes del partido con los checos arremetiendo contra los molinos. "Parece que les gusta ver al Madrid en mala situación", dijo, para acabar con un "no creo que la prensa tenga el poder de echar a un entrenador". Es cierto, él y sus compañeros, sí.

ENVIDIA

Pero más llamativo son los ataques de los dos capitanes, que sí rozan el desquicie. "Muchos salen del sótano en este momento, ahora es normal que te toque asumir críticas...", subrayó Ramos, que luego intentó convertir en activa una situación pasiva: "Doy las gracias a los críticos porque me sirve para seguir trabajando. Parte de mis éxitos son gracias a esos críticos…" Y para acabar hizo un juicio de valor al decir que "los cambios de entrenador nunca son buenos"... salvo con Zidane.

El último en 'dar ejemplo' es Marcelo, que también ataca a los periodistas como si fueran los culpables de los malos resultados de su equipo. "No sé si es envidia o que no saben jugar al fútbol", argumentó para defender la crisis en la que están. "Intentáis hacer daño al vestuario", agregó, sin reparar que el mayor daño lo están haciendo ellos jugando muy por debajo del nivel que tienen. Y en otro ejercicio de la confusión dijo: "Nosotros no hablamos de las ocho horas y un minuto sin marcar, lo decís vosotros. Es muy injusto valorar al principio de la temporada a los delanteros. Esto es muy injusto. Los periodistas, cuando preguntan, forman opinión..."