Isco ya es pasado

El malagueño Isco no pasa por un buen momento en el Real Madrid. En pocos días, protagonizó un feo gesto con el delegado del Real Madrid, Chendo, cuando éste le negó el saludo al murciano al término de un partido. Además, también fue el responsable de casi provocar una pelea con Regullón esta misma semana, según informó el periodista Eduardo Inda.

Su rendimiento deportivo es inversamente proporcional a sus problemas en el vestuario, y es que Isco ha jugado cuatro minutos en los últimos cuatro partidos. Siendo uno de los indiscutibles con Lopetegui, Solari le relegó al banquillo e Isco no ha vuelto a ser el mismo desde entonces. Ha perdido su pulso con Solari, y nadie respalda su cruzada.

Titular solo en tres partidos con el argentino, dos de esos tres no tenían casi valor. El primero ante el CSKA en Champions, cuando el Madrid ya era primero de grupo, y el segundo en la vuelta de octavos de final de Copa ante el Leganés, con un 3-0 de ventaja. Y el Madrid perdió los dos: 0-3 ante los rusos y 1-0 ante los pepineros.

El futuro del malagueño en la entidad blanca se complica, con o sin Solari. Isco no tiene el apoyo del vestuario, aunque sí tiene el de algunos compañeros.

Encima, la probable llegada de Hazard al Madrid le condena a irse, sumado con la explosión de Vinicius. Unos factores que hacen que un lugar en el once titular sea mucho más difícil de conseguir.

Isco ha sido soberbio al creer que el enchufe que tenía con Lopetegui le daba para ser indiscutible con Solari a lo que se añade otro contratiempo: sus actos de indisciplina se han sumado a los de su mal estado físico.