El futuro blanco se cocina a fuego lento

Si una cosa es cierta en esta vida es que el tiempo no para y pasa factura a todos. Estancarse en un grupo de jugadores, por muchos éxitos que hayan logrado, no puede ocurrir en equipos de élite como lo es el Real Madrid. El futuro importa, y mucho aunque el club se nutra del presente.

En las oficinas del club blanco son conscientes que un carro grande de jugadores debe pasar por caja en un futuro a corto plazo. Modric (34), Ramos (33), Benzema (32), Marcelo (31) y Bale, Kroos y Nacho (30) forman parte de una generación dorada que sobrepasa la treintena de edad. La política de fichajes con las llegadas de Mendy, Jovic, Vincius o Rodrygo ya adelantan que el Real Madrid del futuro de cuece a fuego lento.

Mbappé entre ceja y ceja

La joya de la corona y la obsesión de Florentino Pérez es traer a Kylian Mbappé. El delantero francés, que termina contrato en 2022, no tiene intención de renovar con los parisinos que del mismo modo, no piensan en una salida del que todo apunta será el jugador que marque los pasos de la próxima década. Con la imposibilidad de afrontar tal inversión que supondría sacar a Mbappé de la jaula de oro en la que está convertida el PSG, otro de los nombres que salen mientras el traspaso de Kylian está congelado en la nevera es el de Haaland.

El noruego incorporado por el Dortmund este mismo mercado invernal podría tener una cláusula de apenas 75 millones el próximo enero. Una auténtica ganga.

Pero no todo será producto comprado. Odegaard, al que le queda un año más de cesión en la Real, Fede Valverde, ya consagrado como pieza vital para Zidane o Achraf, con una mejoría impagable desde su aterrizaje en Dortmund, son tres jugadores que formarán parte del Real Madrid del futuro. Que ya llega.