Camavinga, palo y zanahoria

El francés demostró su exuberancia en Valladolid, pero Ancelotti le recordó que debe mejorar

"Tiene una energía fantástica, marca más la diferencia saliendo desde el banquillo", admitió su entrenador

Valladolid - Real Madrid | El segundo gol de Benzema

Benzema marcó los dos goles del Madrid ante el Valladolid / LALIGA

Javier Giraldo

Javier Giraldo

Eduardo Camavinga fue uno de los grandes protagonistas del último partido del año del Real Madrid: entró al campo en el minuto 69, aún con empate a cero en el marcador, y sus minutos en el campo coincidieron con el acelerón final del Madrid. 

No fue casualidad, según apuntó después del partido de Zorrilla su entrenador, Carlo Ancelotti. “Tiene una energía fantástica”, aplaudió el italiano. 

El segundo gol, de hecho, lo generó el francés, un prodigio físico que suele destacar cuando el partido ya está roto y el rival, cansado. Así ocurrió en Valladolid. 

Marca más la diferencia entrando desde el banquillo”, matizó también Ancelotti, que aplicó con el joven jugador francés la táctica del palo y de la zanahoria porque destacó su importancia en el equipo, pero también le advirtió, ante los micrófonos, que debe mejorar en algunos aspectos del juego.

“Tiene que mejorar y aprender más sobre el posicionamiento en el campo, pero es un jugador importante para nosotros desde que llegó al equipo”. 

De momento, las puertas de la titularidad se las cierran compañeros como Kroos, Valverde, Modric o Tchouaméni, pero al francés -jugador más joven de la plantilla, a sus 20 años- no deja de tener un futuro esplendoroso por delante.