Bale vive sumido en una espiral de angustias

Bale está preparado para reaparecer ante el Fuenlabrada

Bale está preparado para reaparecer ante el Fuenlabrada / EFE

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Sus condiciones auguraban al delantero galés Gareth Bale una carrera galáctica, pero su físico le impide volar y realizarse como futbolista desde que fichó por el Real Madrid.

Bale volverá para intentar ser feliz jugando al fútbol dos meses después tras superar su décimo novena lesión desde que llegó al Real Madrid que ha limitado sus partidos al 55 por ciento. Zidane adelantaba ayer que reaparecerá ante el Fuenlabrada, pero ya no se atreve a vaticinar cuando alcanzará su nivel máximo: "Quiero verle bien, pero no puedo decir cuándo". Bale vive sumido en una espiral de angustias que condicionan su rendimiento y su vida personal no ayuda. Sus condiciones auguraban una carrera galáctica. Cumplió el sueño de fichar por el Real Madrid, pero su físico le impide volar y realizarse.

Gareth Bale ha vivido los dos últimos años angustiado presa de las lesiones. Las horas de recuperación son duras y más en soledad sin poder disfrutar del olor del césped. Vivir a la sombra del equipo le roba la sonrisa y aumenta su sufrimiento. Y cuando vuelve y se encienden las luces del estadio, el rincón de los recuerdos amargos le exige precaución para no lesionarse. Jugar con el freno de mano echado le resta brillantez y provoca dudas sobre su nivel, su fútbol, su calidad… y eso también le angustia. Sabe cuando juega bien o mal. Se esfuerza, corre y suda, pero dentro de un cinturón de seguridad que le impide mostrar toda su esencia. Y él lo sabe y le angustia.

No se integra

Le angustia el entorno. El de un representante agradecido que no engaña a nadie y que le pone la cabeza como un bombo con opiniones basura. "Está entre los tres mejores del mundo", dice el tal Barnett, que cree ayudar pero que no arregla los problemas que angustian al futbolista. 

Porque Bale cumple su quinta temporada en España y apenas balbucea el castellano en público. Añora las costumbres de su país y poder jugar más al golf. Y aunque no le debe angustiar mucho la integración al entorno si le angustia al no sentirse como uno más en España. "Quiere jugar el resto de su vida en el Real Madrid. Adora Madrid, la ciudad, la vida y adora el club. Lo quiere de verdad, y por supuesto le duele cuando no le apoyan y lo hacen con otros que no son tan buenos como él. Es una locura, esto pasa solo en España y no lo entiendo. Los aficionados deben entender esto y saber lo buena persona que es", se explaya Barnett para sorpresa de todos, incluso del club y del madridismo de a pie. 

Y su vida familiar no ayuda, agrega más angustia. Hace poco apareció muerto su cuñado, su suegro ha pasado 5 años en la cárcel, dos tíos de su mujer fueron detenidos, y su familia política ha recibido ataques de una banda de narcos con la que tuvo relación. No debe ser fácil que viviendo angustiado por tu profesión, recibas noticias de ese tipo cuando abres la puerta de tu casa.