Bale sigue dando dolores de cabeza en Madrid

Bale se marchó pitado por su afición

 El galés tuvo que escuchar los silbidos de su hinchada durante todo el partido y fue sustituido / LALIGA

Sport.es

Se acerca el comienzo de la pretemporada en el Real Madrid y la situación entorno a Gareth Bale empieza a ser un quebradero de cabeza de difícil solución. Más porque la agencia de representación del jugador, Stellar Group, va a apretar hasta el final para forzar la salida del galés en las mejores condiciones para el futbolista, que no tienen que ser las mejores para el Madrid.

Hasta ahora el club blanco tenía un margen de actuación pero este se le acaba una vez que el equipo regresa a los entrenamientos y se marcha de pretemporada. Porque mantener a un jugador dentro de un vestuario, sabiendo que el técnico y el club no le quieren, es un foco de conflicto asegurado y Zidane no quiere ver a Bale en su planificación de la temporada.

El club se encuentra con dos problemas. Por un lado las elevadas pretensiones económicas que quiere conseguir por la operación. Y segundo, el posicionamiento del grupo que lo representa encabezado por su agente Jonathan Barnett y donde tienen claro que no se va a mover a otro club mientras que no le aseguren unas condiciones económicas similares a las actuales.

Y eso pasa porque desde el Santiago Bernabéu se bajen las cantidades que maneja en la operación. Además, Barnett cuenta con una ventaja muy importante. Se trata de una empresa de intermediación que tiene en la Premier su principal foco de negocio, no en la liga española.

Luego no le preocupa entrar en un conflicto directo con el Real Madrid porque posiblemente, una vez finalice la relación contractual de Bale, no vuelvan a entrar en negociaciones directas con el club que preside Florentino Pérez. Es más, el grupo Stellar se puede convertir en el futuro en otro foco de conflictos considerando su política de captación de jóvenes valores, entre los cuales está lógicamente la fábrica de Valdebebas.

Llegados a este punto veremos cuánto tiempo se sostiene esta situación. Hasta qué punto va a ser capaz de aguantar al galés dentro del vestuario.

Una presión, ya sea de manera inmediata o a principios de agosto como muy tarde, va a obligar al Real Madrid a tener que situarse en una hoja de ruta que no pasa nunca por tasar a Gareth Bale en los 80 o incluso 100 millones que pretende sacar en la operación. Deberá rebajar el precio casi la mitad si pretende dar salida a un jugador que cuenta con la losa de tener una ficha de las más altas del club y posiblemente de Europa.

Está claro que en Inglaterra Bale todavía tiene mercado, más considerando el peso que su agencia de representación tiene en las Islas. Pero nunca en los términos actuales donde el traspaso y un contrato de cuatro años elevaría la operación cerca de los 350 millones.

El culebrón Bale no ha hecho más que empezar y cada día que pase en Valdebebas irá tomando más fuerza. El Real Madrid se enfrenta a un escenario un poco desolador: dejar salir al galés en unas cantidades muy por debajo de sus pretensiones actuales o mantenerlo en la plantilla con lo que implica para Zinedine Zidane.