A Bale no lo quiere nadie

Zidane: "Con Bale, interpretáis lo que queréis"

 El entrenador del Real Madrid habló de Bale en rueda de prensa / PERFORM

Martí Pueyo

"Situación de aislamiento en que se encuentra una persona respecto al grupo o colectividad a la que pertenece, lo que normalmente le resulta perjudicial". Esta es la definición de 'marginado'. Una situación muy lamentable que la sociedad contemporánea intenta romper. Hay un jugador del Madrid que está viviendo una postura similar. Hablamos de Gareth Bale, pues el Madrid no lo quiere y no hay ni comprador ni oferta por el galés.

Su bajo nivel, su precio y su salario son un problemón. Además, hay que sumar que el atacante tiene el pase VIP a la enfermería blanca. Todas estos hechos han conseguido lo que se temía Florentino Pérez: la devaluación del jugador, que además cumple 30 años en el próximo julio.

El problema del Madrid es que, sabiendo todo su historial de problemas, siempre han estado confiados en tener un destinatario en el día de su posible venta. Hasta esta temporada los blancos hicieron bien, pues era conocido el interés de muchos equipos de la Premier. Pero ahora... Ni el físico inglés, más benévolo que el español, invitan a un equipo a ficharlo.

COMO CONVENCER AL GALÉS

¿Qué debe hacer el Real Madrid? Una pregunta que, de momento, no tiene respuesta. Lo único que se sabe es que el galés le quedan tres años de contrato con un salario de 12 millones en cada uno

La única opción de convencer al jugador de que se marche del Madrid es en tema dinero, en parte, porque el extremo ya lo ha ganado todo. En Inglaterra pagaría 750 mil euros menos en impuestos por temporada. Una cifra bastante importante para conseguir que el galés ponga rumbo a otro país. Lo triste es que, de momento, solo con este dato pueden conseguir convencer a Gareth Bale.

Zidane se lo quiere sacar de encima. No aporta anda en el campo y mucho menos al grupo. Seis años en España y sigue sin hablar el idioma. No se integra en el vestuario, donde vive su vida. Un buen futbolista cuyo rendimiento refleja su personalidad esquiva.