Ancelotti enseña los 'cromos' a Florentino Pérez para mostrar los desequilibrios en el Real Madrid

Carlo Ancelotti

 sabe que esta temporada, más que en otras si cabe, será el chivo expiatorio de todo lo que suceda en el 

Real Madrid

. De todo lo malo. El italiano, que a final de temporada emprenderá la excitante experiencia de convertirse en el seleccionador de Brasil, ya está amortizado para el club blanco. Florentino Pérez tiene un año para elegir su sustituto y deshojar la margarita entre Raúl, al que no termina de tenerla mucha fe; un Xabi Alonso al que habría que desalojar de Leverkusen; o incluso rescatar a un Zinedine Zidane que siempre le ha dado buen resultado.

De tres delanteros a uno

Hasta que eso ocurra, el italiano debe lidiar, además de con la habitual exigencia del banquillo madridista, con una plantilla descompensada por la deficiente planificación del presidente y de José Ángel Sánchez. Hace dos temporadas, en la reunión que mantuvo con ambos al final del curso, Carletto ‘recomendó’ fichar un tercer delantero para completar esa demarcación que ocupaban Benzema y Mariano.

Dos veranos después el Real Madrid no solo desoyó el consejo del italiano, si no que ahora se encuentra con un solo delantero de área: Joselu. Preso de la negociación eterna con un Kylian Mbappé cuyo desembarco en el Bernabéu en un futuro inmediato está condenando el presente blanco, este Madrid pasa por ser uno de los peores equipos ofensivos de Europa en porcentaje de acierto ante la portería rival en este inicio de temporada con un raquítico 12,8%. Mientras los blancos se aferran a la producción ofensiva de Bellingham, la lista de goleadores de la Liga está abarrotada de goleadores formados en la cantera blanca como Arribas, Kubo, Mayoral, Hugo Duro y hasta William José.

La derrota ante el Atlético (3-1) ha levantado la primera ola de críticas, capitalizadas en la figura de Ancelotti, como bien sabía que iba a ocurrir el italiano. Pero Carlo tiene clara su estrategia y en contra de lo que ha hecho en años anteriores, apostando por un bloque fijo y repitiendo un once que la afición llegó a recitar de memoria, este curso ha apostado por exhibir en el escaparate del once a todos los refuerzos que

Florentino

y JAS le han dado esta temporada. Bellingham, Joselu, Fran García, Brahim y Kepa disfrutan de minutos en este inicio.

Y solo falta Arda Güler, que se volvió a lesionar mientras su entorno se sorprendía por las prisas con las que era incluido en una convocatoria el turco. "Un talento extraordinario", apuntó Carlo en sala de prensa mientras el jugador se hacía pruebas para conocer el alcance de la lesión que se produjo al final del entrenamiento. No era el primer disgusto de los últimos días. El fin de semana el técnico veía cómo Vinicius se caía por una gastronteritis inoportuna justo tras ser incluido en una convocatoria regresando tras lesión, como Arda.

20 jugadores y rotaciones

Ancelotti este año se ha quitado el corsé y ha apostado por cambiar el esquema para optimizar el recurso de Bellingham y también por dar vuelo a Tchouameni y a Camavinga, otros dos refuerzos que van comiendo terreno a 

Modric y Kroos. Parece que el italiano tiene claro cómo gestionar este año de despedida en el Real Madrid estando en el centro de la diana. Va a colocar en el escaparate todo lo que tiene, evidenciando con su habitual inteligencia emocional que maneja una plantilla descompensada y con déficits identificables en las posiciones de delantero y lateral izquierdo.

Ancelotti ya ha alineado 21 jugadores en los siete partidos de esta temporada y entre ellos no está Courtois, indiscutible en la pizarra del italiano, pero por lesión no ha podido jugar hasta ahora. De ellos solo seis han marcado, a la espera de que el partido de este sábado frente al líder Girona (18.30 horas) logre modificar la dinámicas.

El pulso sordo que mantienen los despachos y el banquillo del Madrid en esta temporada de transición, ha provocado el volantazo de un Carletto que tiene claro que si tiene que morir de pie lo hará ganándose el respeto de un vestuario que siempre le ha respaldado. Los despachos ya le dejaron en la estacada una vez y ahora le han condenado a sobrevivir con una plantilla descompensada.