Acoso y derribo a Zidane

Zinedine Zidane está en la diana de los medios afines al Real Madrid por el comienzo de temporada titubeante de los blancos. En cada partido que han jugado los madridistas han señalado al francés por uno u otro motivo y lo han culpado de los males que puedan rodear al equipo. El último ataque es no la titularidad a Vinicius por marcar un gol de rebote que dio el triunfo a los blancos contra el Valladolid. Ahora resulta que el brasileño, el delantero imperfecto, es la solución a los males goleadores del Real Madrid. 

Zidane puede no acertar en algunas de sus decisiones, pero reconoce que no están bien: “Sabemos que debemos y podemos mejorar. Y estamos en ello. Hay que estar tranquilos con estas cosas". Pero le exigen que gane y que el equipo juegue bien, además de que cuente cosas que no puede como en el caso de Jovic. Le acusan de jugar al despiste por abrirle la puerta de salida, pero lo pone de titular dos partidos consecutivos. Zidane, como la mayoría de los entrenadores, está al servicio de las decisiones del club, pero es de los pocos, o quizá el único, que es capaz de irse con las manos en los bolsillos y sin pedir nada a cambio si no está de acuerdo con las decisiones que afecten a su trabajo. 

CRÍTICAS Y SILENCIOS 

Pero esos medios admiten que Mariano se quede y que el club se calle cuando el francés ha pedido su salida. Tampoco aceptan que haya prescindido de James, al que ahora destacan por sus goles y juego en el Everton, o a Bale, al que hacen un seguimiento titánico para destacar que ahora sonríe, porque sigue sin jugar por lesión. Critican sus cambios de dibujo del 4-3-3 al 4-4-2 o volver al 4-3-3 para cambiarlo al 4-4-2. Se escandalizaron por dejar a Casemiro en el banquillo en el debut liguero ante la Real Sociedad, pero le admiten que mantenga a Benzema juegue bien o mal, marque o no goles en un equipo cuyo problema es el gol y Karim el encargado principal de marcarlos. 

Los ‘gurus’ que siguen al equipo madridista le señalan como el problema por la indefinición del juego que practican los blancos. Se olvidan de que sus decisiones, gusten o no, le han dado once títulos en menos de cuatro años. Como diría Jonathan Burnett, agente de Bale, “deberían besar el suelo por donde pisa…”. Y sí, es cierto, el francés no es perfecto pero es fiel al Real Madrid, a sus ideas y sincero cuando dice cansado “qué pesados” a los periodistas, aunque sea ‘off de récord’, por preguntarle mil veces por si habrá salidas antes del día 5. Una pregunta, por otra parte, obligada para esos informadores que quieren hacer bien su trabajo. Normalizar la situación parece lo más difícil, pese a que Zidane es un tipo muy normal.