El Real Madrid de Zidane, debate nacional

Los titulares de Zidane tras la victoria frente al Valladolid

Los titulares de Zidane tras la victoria frente al Valladolid / PERFORM

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

El arranque te temporada del Real Madrid de Zidane provoca controversias. Unos justifican el flojo comienzo y otros lo descartan ya para ganar algo. Este Madrid saca adelante los partidos por la mínima, sufriendo y haciendo sufrir a sus seguidores, pero nadie duda del liderazgo del francés que impone un discurso comedido y respetuoso que blinda su imagen. Otras cosa son sus decisiones. No todos las comparten, dividen al madridismo y alimentan los argumentos de los detractores que llegan principalmente de sanedrines que defienden otros colores. 

En su quinto año dirigiendo al Real Madrid nadie tiene claro cuáles son sus recursos tácticos. Es de los entrenadores que encajan los sistemas en los jugadores que tiene. Reniega de los dibujos con balón, pero exige disciplina táctica sin él. Zidane no deja indiferente a nadie para bien o para mal. Pide tiempo para encontrar el mejor camino. “Seguimos en pretemporada”, dice, pero tiene prácticamente el mismo once que había cuando cogió el equipo en enero del 2016.    

LA SALIDA DE CRISTIANO LO TRASTOCÓ TODO 

Lo que más angustia al madridismo son sus elecciones por ciertos jugadores y los descartes de otros sin darles oportunidades. Tras de sí deja muchos ‘muertos’ como Llorente, Ceballos, Achraf, James, Reguilón…  y exceso de ‘amor’ por otros, como Benzema, Lucas Vázquez o Marcelo entre otros. Esa elección de jugadores muchas veces provoca bandazos tácticos con tal de encajarlos en el equipo, y no siempre con buenos resultados. Da oportunidades esporádicos a los que nos son de su ‘cuerda’ y mantiene hasta la extenuación a su guardia pretoriana. Así es difícil el relevo generacional. 

En su segunda etapa se ha encontrado que sin Cristiano Ronaldo el equipo ha perdido la pegada que tenía, y no es capaz de solucionarlo. Muchos lo achacan al bajo rendimiento de sus estrellas, jugadores como Hazard, Isco, Asensio o Marcelo y a la bisoñez de la política del fichaje de jóvenes valores que no acaban de consolidarse como Vinicius, Jovic o Rodrygo. Pero la raíz de todo es la falta de pegada, unas limitaciones que empiezan a quitar el sueño al francés como ha dejado entrever en sus últimas comparecencias con enfados impropios de su flema.