El nuevo PSG que preparan Luis Campos y Galtier

La nueva dirección deportiva quiere cambiar el rumbo del club y apostar por crear un equipo unido

Adiós a los fichajes de relumbrón y nuevas imposiciones como desayunar y comer juntos para crear vestuario

Galtier en un entrenamiento con el PSG

Galtier en un entrenamiento con el PSG

Albert Gracia

Albert Gracia

Mbappé renunció al Real Madrid para apostar firmemente por el PSG, pero no lo hizo a cualquier precio. Más allá de estampar su firma en un contrato multimillonario, ambas partes también firmaban el acuerdo no escrito de crear un nuevo e ilusionante proyecto con el francés como cabeza de cartel. Un equipo, una estrella por encima de todos y un único objetivo: ganar la ansiada y dichosa Champions.

Para ello había que volver a la fórmula inicial, había que empezar de cero. Y en esas están en París. Catar tenía claro que siguiendo la hoja de ruta de los últimos años el equipo iba a volver a hacer aguas. Y el Emir no puede seguir viendo a su equipo fracasar. Así que este verano se han puesto manos a la obra. Fichando piezas no se construye el puzle perfecto y ahí es donde la nueva dirección deportiva está poniendo el foco, en crear un equipo de pies a cabeza. En el campo, pero también en el vestuario.

En Francia aseguran que con la llegada de Luis Campos y Christophe Galtier se acabaron los fichajes de relumbrón y el firmar más por nombre que por la necesidad que pueda tener el equipo. Adiós a acumular gallos en un mismo corral. El PSG debía acudir al mercado a por un centrocampista y un atacante y ha decidido apostar por dos jugadores jovencísimos, pero con un potencial tremendo: Ekitike y Vitinha. Falta por llegar Skriniar, que sí es una estrella, pero que también es una clara necesidad en la plantilla.

Desayunos y comidas en equipo

Han llegado fichajes, aunque donde más está poniendo el foco hasta ahora la dirección deportiva es en el apartado de ventas. Ahí es donde el club parisino tiene un doble objetivo. Por un lado, soltar todos esos futbolistas que no interesan al nuevo técnico y, por otro e incluso más importante, acabar con algunos 'vicios' adquiridos en el siempre explosivo vestuario parisino. Sin 'tocar' a las grandes estrellas, se trata, al fin y al cabo, de una reconstrucción en la clase media-alta de la plantilla. Hasta doce jugadores están en la rampa de salida, algunos de ellos potentes como Gueye, Paredes, Danilo, Icardi, Draxler o Diallo.

La nueva dirección deportiva tiene claro que para construir un PSG ganador las estrellas son importantes, pero tanto o más lo deben ser sus escuderos y el ambiente en el vestuario. No interesan los clanes y se busca crear una armonía generalizada en el club. Según 'Le Parisien', el nuevo director deportivo quiere instaurar el desayuno y comida en equipo para facilitar esa cohesión de grupo. Los nuevos fichajes y los que se queden en el club saben que trabajarán con esa idea.

Del 4-4-2 al 3-4-1-2

Mientras Luis Campos se encarga de la planificación y de la nueva estrategia, Galtier se centra en el verde. Le tocará vivir en la 'nueva' realidad. Acostumbrado a lidiar con jugadores de menor talla mundial, el técnico francés dispondrá ahora de una plantilla poderosísima, amplia y moldeable, con futbolistas que se adaptan a más de una posición.

Siempre fiel al 4-4-2 en sus equipos anteriores, parece que Galtier apostará en su nuevo proyecto por un esquema distinto. Al menos así lo está ensayando. Según l'Équipe, el técnico está probando con insistencia la formación 3-4-1-2, con dos carrileros largos y con Messi haciendo de enganche entre el centro del campo y la dupla Neymar-Mbappé. El equipo quedaría, más o menos, de la siguiente forma: Donnarumma (se acabó el dilema en la portería); Marquinhos, Sergio Ramos (a la espera de Skriniar), Kimpembe; Hakimi, Vitinha, Verratti (puede entrar también Paredes si se queda), Nuno Mendes; Messi; Neymar y Mbappé.

Veremos quién termina quedándose en la plantilla, si llega algún fichaje más en el centro del campo como Renato Sanches y si la formación termina por consolidarse. Al final, estamos en los primeros pasos de un PSG que quiere reconstruirse, esta vez sí, de cero. Nuevo entrenador, nueva hoja de ruta y, esperan, nuevos éxitos. El tiempo dirá.