El Real Murcia bate el récord mundial de presidentes: nueve en solo ocho años

María del Mar Carrillo es la última en asumir un cargo por el que han pasado hasta nueve caras distintas desde que en diciembre de 2015 falleciera Jesús Samper

Ninguno ha sido capaz de superar los dos años en el sillón presidencial, evidenciando la inestabilidad institucionales del club

María del Mar Carillo, la nueva presidenta del Real Murcia

María del Mar Carillo, la nueva presidenta del Real Murcia / REAL MURCIA

Ángela Moreno

Siempre ha sido el Real Murcia una trituradora de entrenadores. Solo dos técnicos, Iñaki Alonso y Mario Simón, han logrado completar dos temporadas consecutivas en el banquillo del club grana desde la década de los setenta. Sin embargo, en las últimas campañas hay un sillón incluso más caliente que el del entrenador. Y ese sillón no es otro que el de la presidencia, un cargo casi maldito desde que falleciera Jesús Samper en diciembre de 2015.

María del Mar Carrillo es la última en asumir esas funciones. Su nombramiento se hizo oficial este lunes, convirtiéndose en la primera mujer al frente del Real Murcia. Superada esa primera barrera, la abogada murciana tendrá otro reto, el de sobrevivir más de dos años en esa posición de privilegio, algo que no han conseguido los ocho anteriores. Y es que Carrillo será la novena presidenta de la entidad murcianista en apenas ocho años, un número que refleja la gran inestabilidad institucional del club centenario.

El baile de presidentes coincidía con el fallecimiento de Jesús Samper en diciembre de 2015. El madrileño, dueño del club, fue presidente durante dos etapas distintas -de 2000 a 2008 y de 2010 hasta diciembre de 2015-. Con la muerte del máximo responsable grana, se iniciaba una etapa de transición. Era entonces Guillermo Martínez Abarca, hasta ese momento consejero, el que se ponía al frente a la espera de llevar a cabo una ampliación de capital que permitiese la entrada de un nuevo gran accionista.

Ese proceso se llevaba a cabo a finales de año, acabando con el aterrizaje en el club de Raúl Moro, quien invertía unos 400.000 euros, cantidad corta pero suficiente para que se hiciera con el control de la entidad centenaria. Fue en la Junta de Accionistas de diciembre de 2016 cuando se producía el traspaso de poderes. Abarca renunciaba a su cargo, dejando la presidencia en manos del extremeño.

Poco más de un año aguantó Raúl Moro en el cargo, quien a principios de la temporada 2017-2018 ya empezó a tener problemas para afrontar los pagos. En ese instante, tanto Moro como Deseado Flores firmaban un contrato para que Mauricio García de la Vega se hiciera cargo de la gestión. No le dio tiempo al mexicano a cambiar el consejo de administración. Fue expulsado de las oficinas antes. Y en ese vacío de poder, con el extremeño dimitiendo como presidente, fue el consejero Miguel Martínez el que ocupó la silla principal de manera transitoria hasta que Víctor Gálvez aterrizó en el club, asumiendo la presidencia en abril de 2018. 

Si Abarca y Moro aguantaron un año, al oriolano no le duró el cargo ni siete meses. A principios de noviembre de 2018 tenía que salir corriendo, dejando al Real Murcia en una de las crisis económicas más importantes de su historia. Aunque Mauricio García de la Vega seguía defendiendo que era el dueño del club, PARMU asumió el control, nombrando a Txema Almela como presidente el 5 de noviembre de 2018.

Una siguiente ampliación de capital, convertiría a Francisco Tornel en el máximo accionista -con solo 200.000 euros-, aunque Almela mantenía la presidencia. Fue en julio de 2019 cuando el notario murciano daba el salto al sillón principal del consejo de administración.

Pero Francisco Tornel tampoco acabaría con la maldición de los dos años. Un año después, en junio de 2020, tenía que dejar el cargo ante la entrada de Agustín Ramos, que tras inyectar 500.000 euros a la entidad, se convertía en presidente.

Completó el de Abarán su primer año, celebrándolo con el ascenso a Primera RFEF, pero en su segunda temporada, la aparición de Felipe Moreno le dejó en una situación complicada. Pese a que el cordobés le ofreció continuar en el cargo, era una promesa envenenada. Ramos no tendría una silla en el consejo, siendo su cargo solo representativo. Disconforme con esa situación, el empresario decidía dar un paso al lado. Era entonces Felipe Moreno, aunque siempre lo negó, el que se convertía en presidente del Real Murcia. Sin embargo, este lunes, el club hacía oficial un nuevo cambio en esa posición. Ahora será María del Mar Carrillo, consejera del club desde la etapa de Ramos, la que llega a una silla caliente y maldita.