Víctor Fernández, del Cornellà al Newcastle de la Premier League

"Si hace dos años me dicen que estaría jugando en uno de los clubes más históricos de la Premier, no me lo hubiera creído". Así es el fútbol de imprevisible y de mágico, ahora generoso con este joven de 20 años, Víctor Fernández Satué (1998, Sant Cugat), quien se encuentra ante una gran oportunidad en el fútbol inglés. Cornellà fue una gran escuela, pero el salto cualitativo es indiscutible cuando se habla de las hurracas, donde ha tenido su primer contacto con el fútbol profesional. Un proyecto consolidado se cruzó con un futbolista ambicioso y el resultado ha sido, como dicen los británicos, ‘win-win’ para club y jugador. "Soy una persona a la que le gustan los retos y para mí no era un problema marchar fuera para triunfar”. En ese objetivo de triunfar en una de las mejores ligas del mundo, hay mucha influencia de sacrificio diario. “Cada día me levanto a las 08.30 horas para ir a la Academia, desayunamos, entrenamos y comemos. En función del día, tenemos gimnasio o doble sesión. Después ya podemos irnos a casa ", asegura el ex de equipos catalanes como Cornellà, Damm, Sabadell, Sant Cugat o Jabac, entre otros.

En su primer año en el Newcastle, Fernández se ha convertido en un habitual de los entrenamientos del primer equipo e incluso llegó a debutar en un amistoso en un mini stage que hizo el equipo dirigido por Rafa Benítez. "Desde que llegué ya me acogieron muy bien y eso te da un plus de motivación y confianza para cuando llegue el momento de dar un paso adelante. La Premier siempre me ha apasionado y me siento muy identificado con el estilo de juego directo y los futbolistas verticales", dice el extremo, que quiere seguir quemando etapas y dar el salto definitivo a la Premier. "La preparación es mucho más física , la intensidad del partido es más alta y esto provoca más choques y segundas jugadas". Un fútbol muy distinto respecto al que vivió durante su formación pero que encaja con su manera de jugar, atrevida y vertical. De momento, hará la pretemporada con el primer equipo esperando una oportunidad en partido oficial que haría realidad un sueño que Víctor ha tenido desde que conoció el universo Premier.

Pese a ser un fijo de la selección catalana de la generación del 98, (Aleñá, Mboula, Cucurella, Adrià Pedrosa, Riqui Puig...) aún no ha tenido una oportunidad en la selección española. Su representante es Albert Botines, quién también gestiona la carrera deportiva deotros jugadores en Inglaterra como Héctor Bellerín en el Arsenal o Victor Maffeo, en el Wigan.