Schmeichel evita la derrota del Leicester

El Leicester se deja dos puntos ante el Brighton

Alba López

Se esperaba tras el parón de marzo a un Leicester más parecido al del arrollador inicio de temporada que a aquel equipo que llegó a encadenar cuatro derrotas en seis partidos entre la decimoctava y la vigesimotercera jornada. Sin embargo, nos hemos encontrado con un conjunto que no es 'chicha ni limoná'  y abre peliogrosamente la lucha por la tercera plaza después de cosechar dos empates conscutivos ante Watford y Brighton. Si el jueves el Chelsea se impone al Manchester City en Stamford Bridge, los 'blues' se situarán a un solo punto en la tabla de los pupilos de Brendan Rodgers.

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Premier League

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Alineaciones
Leicester
Schmeichel; Justin, Evans, Soyuncu, Chilwell; Ndidi, Mendy (Tielemans, 69'); Gray (Pérez, 73'), Maddison, Iheaneacho (Barnes, 69'); Vardy.
Brighton
Ryan; Lamptey, Webster (Duffy, 24'), Dunk, Burn; Stephens, Bissouma (Propper, 58'), Mooy, MacAllister (March, 58'); Connolly (Murray, 82'), Maupay (Trossard, 57').

Como tantas otras veces ha ocurrido a lo largo de esta temporada, Kasper Schmeichel se situó bajo los focos para salvar los muebles de los 'foxes' en la primera parte. Ocurrió antes de cumplirse el cuarto de hora de juego, cuando el colegiado se inventó un penalti tras un encontronazo de novios dentro del área entre Justin Connolly. Ni siquiera después de consultar con el VAR Lee Mason cambió de opinión. Queda claro, así pues, que la moda del arbitraje no va por barrios. Son tan malos los de aquí como los de allí.

Arregló el desaguisado para el Leicester Schmeichel adivinando las intenciones de Maupay desde los once metros. Ya hace tiempo que el meta danés viene siendo de lo mejorcito de Europa bajo palos, pero por algún motivo extraño no termina de tener el cartel que merecería. Ser hijo de una leyenda como Peter Schmeichel pesa.

MUY POCO FÚTBOL

En el apartado futbolístico, no terminó de romper el partido antes del descanso. Si alguno de los dos equipos exhibió colmillo ese fue el Brighton, aunque poco se puede hacer cuando tus dientes son todavía de leche. Connolly, eso sí, fue una auténtica mosca cojonera para los centrales azules, quienes se las vieron tiesas para sacar el balón jugado desde atrás ante el tesón infinito del irlandés. Hasta la infatigable dupla formada por Ndidi Mendy, una de las más infravaloradas del continente, se vio superada en muchos momentos.

El par de velocidades más que imprimió el Leicester a su circulación de balón tras el descanso sirvió para cambiar la dinámica del choque. También la aparición del siempre espídico Vardy, que a campo abierto puso sobre aviso al Brighton en un par de contragolpes azules marca de la casa que murieron en la orilla.

Para frenar el tráiler que se le empezaba a venir encima Graham Potter tomó la decisión de realizar tres cambios de una tacada. Entraron TrossardMarch Propper, y se retiraron MaupayMacAllister Bissouma. Diez minutos después respondió Brendan Rodgers metiendo en el campo a Barnes Tielemans. Y pasó lo que viene ocurriendo a raíz de la ya manida 'nueva normalidad' futbolística: se nos volvió a caer el encuentro. De nada sirvieron las intentonas aisladas de Maddison a la desesperada. La defensa del Brighton echó el pestillo y a otra cosa mariposa.