Pep reedita el sueño celeste

Guardiola vuelve a ganar la Premier con el Manchester City

Guardiola vuelve a ganar la Premier con el Manchester City / Perform

X. Serrano

Pep Guardiola lo ha vuelto a hacer. El Manchester City es, un año más, el mejor equipo de Inglaterra. Obligado a ganar en la última jornada para imponerse en su interminable pulso con el Liverpool, el conjunto celeste derrotó con autoridad a un Brighton que dio la sorpresa adelantándose en el marcador.

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Premier League

1
4
Alineaciones
Brighton
Ryan; Bruno (Montoya, 83'), Duffy, Dunk, Bernardo; Knockaert, Kayal, Bissouma; Jahanbakhsh; (Locadia, 67') Gross y Murray (Andone, 68').
Manchester City
Ederson; Walker (Danilo, 88'), Kompany (Otamendi, 86'), Laporte, Zinchenko; Bernardo Silva, Gündogan, David Silva (De Bruyne, 78'); Mahrez, Agüero y Sterling.

Las gaviotas arrancaron con bravura, despegando con descaro al contraataque. Hasta generaron relativo peligro en un disparo lejano de Jahanbakhsh que acarició la madera. Pero poco, muy poco, le costó al City contener el tímido arreón inicial y reconquistar el balón. Más laborioso se antojaba salvar la muralla de un Brighton confinado en un cuarto de campo. 

Mientras Guardiola se angustiaba en la banda, de cuclillas y con la mano en la mandíbula. De Anfield llegaban noticias funestas. Mané marcaba el tanto que teñía la Premier de 'red' y la preocupación iba impregnando los rostros de la afición celeste. Por contra, sobre el verde imperaba la tranquilidad. El City seguía a lo suyo: el acoso pausado e incesante, como el oleaje que va moldeando la roca. A ratos, con cinco delanteros. 

Tal es la fe celeste en su apuesta que ningún tropiezo inesperado les hace tambalearse. El infortunio llegó a poco de cumplirse la media hora, cuando Cross cabeceó a la red un córner botado al primer poste. Poco acertado estuvo Ederson, que salió a cazar mariposas. Pep se acaloraba, despojado del abrigo, más hiperactivo de lo habitual. 

De inmediato, sus muchachos le dieron motivos para la calma. En la acción posterior, Laporte filtró un pase vertical que David Silva prolongó para que Agüero fusilara entre las piernas de Ryan. Y como si nada hubiera pasado. El City volvió a percutir, una y otra vez, una y otra vez, siempre con Bernardo como pico más afilado. 

Hasta que a balón parado, Laporte rubricó la remontada del campeón. El central cruzó el área como cuchillo entre la mantequilla para cabecear de forma imperial un córner botado por Mahrez. Lejos de conformarse, Pep les pedía a sus muchachos seguir apretando. Un gol más, solo un gol más para asegurar la Premier. Un gol más para doblegar definitivamente al incansable Liverpool.

Y el gol llegó. Tras el descanso, de forma preciosa, por mediación de Mahrez. El argelino recibió en la frontal, amagó con la zurda para sentar a su marcador y engatilló un derechazo directo a la escuadra. Se desataron los abrazos, los gritos de júbilo, los puños al viento... Faltaba media hora pero el City se sabía campeón. Lo celebraba la hinchada en la grada y los jugadores sobre el verde, con un golazo de Gündogan como colofón. Menuda falta clavó el germano en la cruceta. 

Los últimos minutos fueron de homenaje. El City bailaba con el balón y la afición marcaba el tempo, incansable, desbocada. Hubo tiempo también para despedir al incansable Bruno Saltor en su último partido. Instantes emotivos, paladeados por un Brighton que promete volver a la élite y un cuadro mancuniano que se sabe histórico.