Oda a los derbis de Arsenal y Tottenham

El Arsenal rozó la remontada en una espectacular segunda mitad

El Arsenal rozó la remontada en una espectacular segunda mitad / AFP

Franc Mendiola

La edición 199 del derbi del Norte de Londres no defraudó a nadie. El 2-2 final reflejó lo que fue un choque encarnizado, de poder a poder, en el que el Tottenham dominó a su antojo los primeros 43 minutos y el Arsenal despertó de su letargo a tiempo para someter a su odiado vecino y cuanto menos igualar la contienda.

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Premier League

2
2
Alineaciones
Arsenal
Leno; Maitland-Niles, Sokratis, David Luiz, Kolasinac; Xhaka, Torreira (Ceballos, 63'), Guendouzi, Pépé; Lacazette (Mkhitaryan, 66') y Aubameyang.
Tottenham
Lloris; Davinson Sánchez, Alderweireld, Vertonghen, Rose; Winks, Sissoko; Eriksen, Lamela (Dele Alli, 60'), Son (Lo Celso, 79'); y Kane

Los gunners, que solo habían cedido una derrota en sus últimos 26 derbis como local, masticaron tierra tras el 0-2 del Tottenham, pero la irrupción de Lacazette justo al filo del descanso con el 1-2 espoleó a un Arsenal que encerró al cuadro de Pochettino y las tuvo de todos los colores para completar la remontada.

Los ‘spurs’ enfrían el derbi con el 0-2

El Tottenham se plantó en el Emirates con un único objetivo entre ceja y ceja: disipar dudas tras su mal arranque liguero. Y lo hizo a lo grande, por medio de un redimido Eriksen. El danés, con pie y medio fuera del Tottenham y titular por primera vez esta temporada, remachó a la red un balón que dejó suelto Leno, tibio a la hora de repeler el tiro de Lamela. El que chupaba banquillo, el que se quería marchar, el que estaba medio apartado, marcando su gol 50 en el Tottenham y dando ventaja a los spurs en el feudo gunner. Todo, a un día del cierre del mercado.

El duelo en el Emirates, sin templanzas, se lo estaba merendando el Tottenham a la contra. Solo las intervenciones de Leno, en especial una sobre el zurriagazo de Son que ya enfilaba escuadra, evitó que los lillywhites aumentaran la renta. Al otro lado, al Arsenal le costaba desperezarse y la conjunción entre líneas de los gunners no funcionaba. Nicolas Pépé, ajeno al partido hasta entonces, se desperezó en el 23’ con un remate que se cantó gol pero el cuero lo bloqueó Rose bajo palos.

Unai Emery se le adivinaba con facilidad la expresión de sufrimiento, Jim Carrey edición deluxe, y a su Arsenal las costuras. Todos los intentos se daban de bruces contra el muro lillywhite, y el equipo de Mauricio Pochettino olió sangre. Dejó hacer, hizo creer a su vecino que era capaz de empatar, y a la mínima que la zaga gunner bajó las barreras se lo hizo pagar crudo. Un penalti infantil de Xhaka, que entró a Son como elefante en cacharrería, propició que Kane desatara el ‘huracán’ y su Tottenham se colocara 0-2. El ‘9’, otra vez verdugo de su víctima favorita.

El panorama era desolador en los del barrio de Holloway, pero estaban lejos de decir su última palabra. Con Aubameyang varado y desconectado del derbi, solo los chispazos de Pépé hacían peligrar el soliloquio del Tottenham. Lloris bajó bien al piso y solventó la papeleta, pero en la segunda Lacazette interceptó su pase y el zurdazo del galo, esta vez sí, hinchó la red y cambió el signo de un partido que prometía y mucho de cara a la segunda mitad.

El Arsenal acaricia la remontada total

Salió con otra cara el Arsenal tras el receso, con el séptimo de caballería a todo trapo en busca del empate. El Tottenham pasó de someter a sufrir, pertrechado atrás y permitiendo que su rival se agrandara robando balones muy arriba. Pépé continuaba a lo suyo, faro y guía de los hombres de Emery, mientras que los spurs perdieron la referencia para solo encontrarla en un Lloris pulpo y decisivo en la portería. El meta francés sacó el empate a Guendouzi y acto seguido vio como Kolasinac perdonaba a puerta vacía el empate. 15’ de reanudación y el Arsenal con toda la carne en el asador, merodeando constantemente el área ‘spur’.

Pero claro, si el ataque gunner venía siendo crema, la defensa se comportaba badana con cada contraataque del Tottenham. Por ello, Kane envió una virulenta rosca al palo que silenció por instantes al Emirates. Podía pasar de todo.

En la partida de ajedrez, Emery movió ficha dando entrada a Ceballos con más de media hora por delante. Dos balones necesitó el utrerano para poner en pie a la soliviantada parroquia local, uno de ellos despejado in extremis por Lloris porque buscaba portería como un obús. En cualquier caso, el 2-2 se veía venir, cocinado en la olla exprés, y llegó. Guendouzi puso un centro-chút sobre el punto de penalti que Aubameyang, con la punta de la bota, desvió lo justo para establecer el empate. Hizo lo más difícil el Arsenal, la hombrada era posible pero quedaba tela por cortar.

Kane achicaba agua en defensa como si del Titanic se tratase, pues el Tottenham no la olía y la remontada del Arsenal ya se vislumbraba en el horizonteSokratis consiguió el 3-2, pero la euforia fue bajona por el fuera de juego que invalidó la jugada. Fue la última antes de la carga final, un correcalles con opciones para ambos que se saldó sin cambios en el electrónico.