Martial decide y castiga al Tottenham

El partido de los perseguidores se lo llevó el Manchester United. Ante un Tottenham lastrado con la baja de Harry Kane, Mourinho llevó la practicidad a la máxima expresión, aseguró el orden de su equipo, y tuvo suficiente con una jugada de tres toques para que Martial decidiera el duelo en el tramo final. Los de Pochettino dominaron el balón la mayoría del tiempo y perdonaron con 0-0, y esto en Old Trafford se acaba pagando.

La iniciativa del United en el partido tardó poco más de 10 minutos, el tiempo que necesitaron los de Pochettino para asentarse del todo en Manchester. Los ‘spurs’ trataron de imponerse al entramado de Mourinho a partir de los tres centrales, que secaron a los Lukaku, Rashford y Mkhitaryan, y básicamente a todo el peligro local con juego combinativo. Destacó especialmente Dier, infranqueable para Lukaku, y futbolista que fue motivo de discordia para los dos managers, Mourinho y Pochettino, este verano.

Arriba el Tottenham echó mucho de menos a Harry Kane, y la amplitud de recursos que da al equipo, más aún ante un sistema tan ordenado y riguroso como el del United. Son se situó de único punta, y Dele Alli sufrió una encerrona de los defensas ‘red devils’, insistentes en provocar al joven inglés. Los de Pochettino llevaban el peso del juego, con el beneplácito de un United que tampoco hizo concesiones. La única vez que se inquietó De Gea fue en un córner, que Dier remató de forma acrobática y el español blocó. Para los locales, un libre directo tirado por Rashford fue lo más peligroso de un partido que no destacaba en ocasiones, pero sí en decibelios. La transcendencia del choque para seguir la estela del líder City, y la intensidad de ambos conjuntos en defensa llenó el primer tiempo de disputas y roces.

Mourinho planeó el empuje de sus jugadores por fases, y en la reanudación ordenó otro inicio fuerte. Ante la imposibilidad de aparecer por dentro, los ‘mancunianos’ se animaron atacando a través de los carriles. Young se animó a centrar desde la izquierda, y Valencia tuvo en sus botas uno de los tiros más peligrosos, un rechace en la frontal que empalmó en un disparo que se fue alto.

Avanzaban los minutos y ambos técnicos movieron sus banquillos en el ecuador del segundo tiempo. Mourinho cambió piezas con la entrada de Lingard y Martial, mientras que Pochettino modificó más su juego con la entrada de Llorente para fijar. Los cambios, el desgaste físico y la necesidad de ambos equipos dejó un contexto cuya salida más probable era que el partido se abriera, y así sucedió. Empezaron a sucederse las ocasiones, la primera para el Tottenham. Dele Alli erró incomprensiblemente en conectar un espléndido servicio de Eriksen, y los diablos rojos respondieron con un cabezazo de Lukaku que repelió el poste.

Una línea fina, como la incansable llovizna que no dejó de caer sobre Old Trafford, era lo que separaba el gol clave del error dramático. Y en un cúmulo de orden y matices tácticos, fue la pura simplicidad, el ‘kick and rush’ inglés, lo que dio el premio. De Gea sacó de portería, Lukaku peinó y la frescura de Martial hizo el resto para romper la espalda de toda la defensa, floja en esta acción. El francés se plantó delante de Lloris, y cruzó con la zurda para el delirio del Teatro de los Sueños, que sin estar impresionado con su juego, se entusiasmó con el decisivo tanto a diez minutos del final.

El resultado asesta un revés a las aspiraciones del Tottenham en la liga. Los ‘spurs’ seguirán en la tercera posición, más alejados de un United que les saca ahora tres puntos y que se entesta, combinado con el gran momento del City, en poner el foco de la Premier League en la ciudad de Manchester.