Las claves del City campeón

Eran las ocho de la tarde, sonó el pitido final en Old Trafford, el Leicester ganó al United y el Manchester City era campeón de la Premier. Empezaron las celebraciones en el bando azul de la ciudad: el club vistió de gala el Etihad, con una pancarta celebrando el campeonato. Mientras, Pep Guardiola, la mayoría de su equipo técnico y la plantilla se dirigía hacia la City Football Academy.

Allí celebraron de forma privada la tercera Premier con el técnico catalán al mando. La quinta del City en la última década. La décima liga en la carrera de Guardiola. Ha jugado un total de 441 partidos de competición doméstica, entre FC Barcelona, Bayern y City, y ha ganado 336. Un 76,19% de triunfos. Las de este curso, según palabras del propio Pep, en la “temporada más dura desde que estoy aquí”.

De hecho no empezó bien. En el arranque le faltaron varias cosas al City. Primero, vacaciones. No se pudo hacer ni un partido de pretemporada y tras 10 jornadas de Premier ocupaban la 10ª posición de la tabla. Los números reflejaban el peor arranque de curso de Guardiola en Manchester. La realidad, que el punto de inflexión estaba cerca de llegar.

El primero fue la renovación del de Santpedor. Se anunció en noviembre, aunque fuentes cercanas a la negociación revelan que las bases del acuerdo se sentaron en octubre, en un viaje privado de Pep y su familia a las islas Maldivas, donde se reunió con el CEO del club y amigo personal, Khaldoon-Al Mubarak.

Sobre el campo, todo cambió el 15 de diciembre. El City empató 1-1 en casa ante el West Brom. Con 26 tiros registrados, los celestes podrían haber ganado tranquilamente. Un sentir que no se reflejaba en la expresión de Guardiola tras el partido. “No somos nosotros. Tenemos que recuperar nuestra esencia”, exclamó el técnico, entre el enfado y el desaliento, en una reunión con su equipo técnico en su oficina.

Los puntos de inflexión que han hecho al Manchester City campeón

Tras aquel tropezón, el catalán se enfundó por primera vez la sudadera de la ONG ‘Open Arms’, que le ha acompañado hasta el final en forma de amuleto de la suerte. No es para menos: a la semana siguiente ganaron 0-1 en Southampton para empezar una racha de 21 triunfos consecutivos que destrozó a sus rivales. Estos abdicaron a partir de Navidad.

El Liverpool de Klopp gripó al perder 12 puntos en cinco jornadas tras el Boxing Day. El United aguantó hasta finales de enero. Los de Guardiola tomaron el liderato en la jornada 20 y no lo soltaron.

Loa nombres propios del City campeón

La temporada deja varias actuaciones para el recuerdo. El 1-4 en Anfield, rompiendo el maleficio del único estadio donde Pep no había ganado. O la exhibición en Stamford Bridge. El City visitó al Chelsea en pleno brote de Covid-19, con 14 jugadores del primer equipo disponibles y sin delanteros. El resultado fue un partido imponente, que dejó una corroboración: el falso nueve también podía destrozar la Premier. 

El City es el primer equipo que conquista Inglaterra sin un goleador prolífico. Gündogan, con 12 tantos, es el máximo artillero en liga y ejemplo del espíritu coral que ha definido al equipo. En los fundamentos está Rúben Dias. Fue el gran fichaje del verano, aunque no la primera opción. Hoy en Manchester es imposible imaginar una incorporación mejor que la del portugués. A su lado ha florecido John Stones. Con ambos en el eje de la zaga, el City ha encajado 19 goles en 29 partidos de Premier.

También será la liga de Phil Foden, el niño convertido ya en un torbellino de tal dimensión que fue capaz de liquidar al Liverpool en Anfield, o de decidir los cuartos de la Champions League con su talento. El año del adiós del Kun Agüero, la leyenda, pero del futuro con De Bruyne, renovado hasta 2025. Porque, al final, siempre sale el sol. Incluso en Manchester, la ciudad donde Pep sigue agrandando su leyenda.

El Manchester City de los españoles, campeón de la Premier League