¿Cómo reconocer una picadura de pulga?

La preferencia alimenticia de las pulgas hace que tener mascotas en casa aumente bastante las posibilidades de una infestación

¿Cómo reconocer una picadura de pulga?

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SPORT.es

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Las pulgas son insectos de un tamaño de entre dos y cuatro milímetros que se alimentan principalmente de animales no humanos pero, como dicen desde MedicalNewsToday, "pueden picar e infectar a los humanos". Sin embargo, la preferencia alimenticia de las pulgas hace que tener mascotas en casa aumente bastante las posibilidades de una infestación. El hecho de que puedan sobrevivir más de cien días sin un anfitrión, junto con un rápido ciclo de reproducción, convierten dichas infestaciones en problemas difíciles de erradicar. En ese sentido, lo más importante es identificar rápidamente la presencia de estos insectos.

¿Pero cómo podemos hacerlo? ¿Cómo podemos diferenciar las picaduras de pulga? Según aseguran desde el medio especializado en salud Healthline, las picaduras de pulgas son bastante distintivas. En concreto, son protuberancias rojas que se presentan en grupos de tres o cuatro en línea recta. Además existen otras dos características especiales de las picaduras de estos insectos. En primer lugar que, a diferencia de lo que pasa con las picaduras de los mosquitos, permanecen pequeñas con el paso de las horas. En segundo lugar, "puede aperecer un halo rojo alrededor del centro de la mordida". Pero eso no es todo.

Porque también resulta fundamental tener en cuenta los lugares habituales de picadura. En general, y como cuentan desde este medio, "los lugares más comunes para encontrar estas picaduras son alrededor de las piernas o los tobillos". No obstante, y aunque estos insectos no tienen alas, disponen de unas patas que les permiten saltar hasta 200 veces su tamaño, lo que implica que pueden llegar a alturas más elevadas como la cintura, las axilas, los senos, las ingles, los pliegues de los codos o los pliegues de las rodillas. Por último, las ampollas no son síntomas propios de las picaduras de pulgas, por lo que pueden ayudarnos a descartar.

En cuanto a las sensaciones, "las picaduras de pulgas pican mucho y la piel alrededor de cada mordedura puede doler", además de que pueden desarrollarse urticarias o sarpullidos cerca del lugar. Es importante el autocontrol para no rascarse, puesto que las pulgas excrementan en el mismo lugar en el que pican y rascar la herida puede generar aperturas en las que podría penetrar el excremento, aumentando las posibilidades de padecer una infección. Asismismo, debemos considerar la posibilidad que las moderdeduras no generen ninguna reacción, lo cual ocurre en muchas ocasiones. Es necesario revisarnos el cuerpo con atención.

Especialmente porque, más allá de las infecciones por excrementos, las pulgas pueden transmitir algunas enfermedades como "la fiebre maculosa, la peste, el tifus o la fiebre por arañazo de gato", tal y como indican desde MedicalNewsToday. Las reacciones alérgicas, aunque posibles, son estadísticamente extrañas. Sea como sea, librarse de una infestación de pulga es indispensable para la salud y comodidad del perro, del gato o de las personas que habitan el hogar. Para ello, hay que asegurarse "de que tanto las mascotas como el entorno reciban un tratamiento de limpieza". El uso de la aspiradora puede ser de gran utilidad.