¿Es malo dormir con sujetador?

No existe evidencia alguna de que cualquier sostén sea dañino de alguna manera

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SPORT.es

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Internet contiene una vasta cantidad de información útil y, también y por desgracia, mucha desinformación, la cual desemboca habitualmente en mitos populares. Uno muy sólido en el ámbito de la salud femenina es aquel que afirma que dormir con sujetador resulta perjudicial para la salud de diversas maneras. Pero como cuenta en Women's Health la especialista de la Clínica Cleveland, Holly Pederson, "simplemente no existe evidencia alguna de que cualquier sostén sea dañino de alguna manera". La relación entre los sostenes y el cáncer de mama, tan divulgada, resulta completamente imaginaria.

Y con independencia de las características del sostén empleado. Así lo demostró en el año 2014 un estudio llevado a cabo por el Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson en Seattle: "ningún aspecto del sostén (incluido el tamaño de la copa, la frecuencia de uso o la edad en que se comenzó a usar) tiene vínculo alguno con el cáncer de mama", subrayan los expertos de esta revista especializada. Pero no solo no es perjudicial para la salud sino que, como apuntan desde Healthline, puede resultar beneficioso para las mujeres con senos grandes que se mueven mucho mientras duermen.

En palabras de los propios expertos, "dependiendo del tamaño de tus senos, dormir con un sostén puede limitar el movimiento de los senos, lo que puede ayudar a aliviar el dolor en los mismos y conducir a un descanso más cómodo". Y ya sabemos lo importante que resulta la buena higiene del sueño para la salud en general. Además, y según la uroginecóloga Terri Ann, dormir con sujetador puede resultar beneficioso para las personas que cuentan con implantes mamarios, dado que "dormir con sostén puede brindar más apoyo". Lo más importante es utilizar sostenes suaves que no interrumpan la circulación.

Sin embargo, existe otro mito popular en torno al uso de sujetador para dormir: que ayudan a que los senos se mantengan en su posición. Y es un mito porque los sostenes no pueden detener el efecto de los culpables de la caída de los senos. En primer lugar el tirón de la gravedad. En segundo lugar y según dice Perderson, la sustitución natural del tejido mamario por grasa a medida que envejecemos. En tercer lugar, y como apunta Healthline, el estiramiento de los llamados ligamentos de Cooper, los ligamentos suspensorios que sostienen los senos. En definitiva, "usar un sostén para dormir no ayuda realmente a evitar todo esto".

Por eso la decisión recae básicamente en una cuestión de gusto personal, una vez tenemos en cuenta que los perjuicios no existen y los beneficios son aplicables únicamente a aquellas mujeres con grandes senos y una gran actividad nocturna en la cama. En cualquier caso, agrega la doctora Regina Campton en Healthline, hay que "asegurarse de que sea del tamaño correcto y del ajuste adecuado para prevenir cosas como la infección por hongos bajo los senos". Además, es fundamental "lavarlo con frecuencia para evitar problemas de la piel como la irritación o los brotes de acné" como consecuencia del sudor y las bacterias acumuladas.