¿A qué se debe la retención de líquidos?

Cuanta más sal se consume, más agua se retiene

Puede detectarse por un aumento inexplicable de peso, aumento del perímetro abdominal, hinchazón en las piernas y en los tobillos y presencia de fóvea

La retención de líquidos es un problema muy extendido en las personas

La retención de líquidos es un problema muy extendido en las personas / sport

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La retención de líquidos, conocida científicamente como edema, representa un incremento en el volumen de líquido intersticial. Una acumulación excesiva en los tejidos que, según explican en la Fundación Española del Corazón, puede detectarse a través de los siguientes síntomas: aumento inexplicable de peso, aumento del perímetro abdominal, hinchazón en las piernas y en los tobillos y presencia de fóvea. Esta última refiere al fenómeno por el cual si presionamos nuestra piel firmemente con el dedo "notamos un hundimiento que permanece durante algunos segundos o minutos después de que hemos quitado el dedo".

¿Pero por qué se produce la retención de líquidos? El listado de potenciales causas es amplio y lo recoge el medio especializado 'Medical News Today'. Una de las más habituales es el daño capilar: "Los capilares llevan líquido a los tejidos circundantes y, si se dañan, el líquido puede salir de ellos y entrar en los espacios entre las células hasta provocar el edema". La insuficiencia cardíaca congestiva, mucho menos frecuente, también puede estar detrás de la retención de líquidos. Por eso resulta importante consultar con un médico en caso de experimentar síntomas de edema. La insuficiencia cardíaca congestiva podría ser mortal.

Además, el responsable de la retención de líquidos podría ser el sistema linfático, encargado de transportar por el organismo un líquido rico en glóbulos blancos conocido como linfa. Así, "si un problema impide que el sistema linfático funcione correctamente, el líquido puede comenzar a acumularse alrededor de los tejidos". Del mismo modo, una disfunción de los riñones, encargados de filtrar la sangre y mantener los niveles de líquido del cuerpo, puede provocar una acumulación de este. De ahí que muchas personas con enfermedad renal crónica experimenten a menudo hinchazón en las extremidades y en el rostro.

Asimismo, otra de las causas más habituales de retención de líquidos es el sedentarismo. Después de todo, y como recuerdan desde Medical News Today, "la infrautilización puede hacer que el bombeo de los músculos pierda fuerza". Y, muy relacionado con lo anterior, la obesidad también puede esconderse detrás del edema. Esto es debido, según los especialistas, al peso extra que se carga. El déficit en la proteína albúmina -clave en la gestión de líquidos-, las alergias, ciertos medicamentos y desequilibrios hormonales provocados por la menstruación, el embarazo o problemas de tiroides también podrían generar edemas.

Para prevenirlos, apuntan desde este medio estadounidense, debemos "controlar el peso, practicar ejercicio con regularidad, evitar sentarse o quedarse quieto durante mucho tiempo, evitar temperaturas extremas en baños y duchas y tomar descansos para caminar durante los viajes largos". Desde la Fundación Española del Corazón agregan otra recomendación: reducir el consumo de sal puesto que "cuanta más sal se consuma, más agua se retendrá". Así, resulta bastante más saludable y aconsejable proporcionar sabor a las comidas con hierbas, especias, vinagres y aceites. Nuestra salud nos lo agradecerá.