Las 'viudas' de Busquets

La carrera de Busquets en el Barça se estiró tanto que nadie terminó de creerse que pudiera irse. Incluso en su última temporada, Sergio marcó los tiempos del juego del equipo, pero también los de su posible relevo. Su decisión final se demoró tanto que cogió, incomprensiblemente, a contrapié al club.

Se repetía la misma dinámica que con otras leyendas: el Barça fue procrastinanando la búsqueda de un relevo y descartó fichar competencia real para no herir sensibilidades. De algún modo, el club nunca terminó de hacer el ejercicio de imaginarse un Barça sin Busquets.

La euforia de la primera Liga de Xavi, y la sensación generalizada de que Busquets sufría en la exigencia de la Champions, hicieron que se diluyería el temor a su marcha. Después de todo, tenía 34 años, el Barça había disfrutado de su prime y se extendía la idea de que había llegado la hora de De Jong.

El propio club había alimentado ese relato: el fichaje de Frenkie se anunció en 2019 como la pieza que aseguraba el futuro del estilo. La realidad, en cambio, desmintió cualquier parecido entre De Jong y Busquets. Frenkie era otra cosa pero quedaba por ver hasta dónde podía llegar su impacto sin Busi en la plantilla.

Los fichajes de Romeu y Gündo, además, parecían ofrecer garantías para solventar, eventualmente, la ausencia de Busquets. Pero, de nuevo, el juego volvió a dejar un diagnóstico preocupante, sobre todo tras el bajón de Romeu. Sin un mediocentro posicional, el Barça perdió el equilibrio. No es extraño que incluso un parche como Christensen haya mejorado el equipo.

Lo reivindicó Araujo: el danés es clave en el repliegue y gana duelos, pero sobre todo es un gran facilitador: impulsa el rendimiento de jugadores como Gündogan o Fermín. Ante el Atlético, Sergi Roberto cogió el relevo del danés, de nuevo una opción que apunta a eventual.

Si algo está dejando claro esta temporada es que las 'viudas' de Busquets' llevaban razón y el fichaje de un mediocentro tenía que ser una prioridad. Aunque no siga Xavi, el club no puede aplazar más una decisión estructural. Durante muchos años el juego del Barça se explicó a partir de Busquets, esta temporada solo se entiende a través de su ausencia.