Opinión

En defensa de Cancelo

El primer gol de Joao Cancelo con el FC Barcelona fue ante el Betis y lo celebró con la afición

El primer gol de Joao Cancelo con el FC Barcelona fue ante el Betis y lo celebró con la afición / Valentí Enrich

João Cancelo está focalizando las críticas de la semana trágica del Barça tras varios errores defensivos. Es el mismo futbolista que coleccionaba elogios durante sus primeros meses aquí. También el que se convirtió en el lateral más influyente de la Premier con el City de Guardiola la temporada 2021/22.

Los errores de Cancelo ante el PSG y el Madrid son directamente una desventaja competitiva (y nos recuerdan su tendencia a desconectarse). Pero también habría que plantearse por qué su rendimiento se ha ido diluyendo.

Cancelo siempre ha sido un futbolista inclasificable (¿un lateral? ¿un interior? ¿un extremo?) pero con una evidencia: ataca mucho mejor de lo que defiende. Un futbolista especial que por lo tanto necesita un trato especial.

Cancelo necesita un entorno estable para poder desplegar su juego anárquico. Un contexto y un rol que potencie sus virtudes y minimice sus limitaciones. Y eso incluye una estructura defensiva que le permita estar protegido cuando ataca, pero también cuando defiende para evitar situaciones de mano a mano.

Cancelo lleva meses jugando en la banda izquierda en una posición híbrida. Tiene que defender como un lateral cuando el equipo pierde el balón, pero juega a la altura de un extremo cuando lo tiene.

Es una situación compleja, porque incluye toda la banda. Más aún, teniendo en cuenta que su zona está ocupada por un futbolista como Raphinha, un delantero haciendo de mediocampista. Además, el Barça está jugando la mayoría de partidos sin un mediocentro defensivo. Futbolistas como Gündogan o Pedri no tienen piernas para llegar a las ayudas que a veces necesitan los laterales.

Cancelo empezó la temporada jugando como lateral derecho, también tuvo minutos en el mediocampo, y desde que se lesionó Balde ocupa la banda izquierda. En los tres casos siempre demostró las mismas virtudes y los mismos defectos. Cuando el Barça apostó por él, ya sabía que era un jugador especial (para lo bueno y para lo malo). Cancelo siempre fue el mismo.