Las vacunas como síntoma

Los jugadores de la 'Roja', durante un entrenamiento

Los jugadores de la 'Roja', durante un entrenamiento / @SeFutbol

Albert Sáez

Albert Sáez

La selección española llega debilitada a la Eurocopa por la manera como se ha gestionado la vacunación de los jugadores. Resulta poco menos que inaudito que no fueran incluidos en las listas oficiales de colectivos preferentes, como sí lo fueron los olímpicos. Es una decisión que no se entiende. Y aún menos las dudas por corregirla. Se esperaron demasiados días desde el positivo de Busquets. Y dio la sensación de que nadie quería asumir una decisión que era, simplemente, de sentido común. El miedo a ser acusados de “casta” ha provocado que muchas personas esenciales, desde el Rey, el presidente del Gobierno, los ministros, los diputados de la oposición o los presidentes autonómicos se hayan expuesto a riesgos innecesarios, especialmente cuando las vacunas ya no eran tan escasas. 

La selección española depende de la Federación Española de Fútbol, una entidad privada de utilidad pública y sin ánimo de lucro. Es una isla sometida a los controles casi de una administración pública en un mundo en el que ya reinan los fondos de inversión, los petrodólares y los mercados de futuros. En este contexto, todo lo que toca el fútbol parece lujo y privilegio y en muchos casos lo es. Es esa imagen la que hubiera pesado sobre la vacunación de los futbolistas de la selección. La selección es un cuerpo de élite en una organización sin ánimo de lucro. El miedo al qué dirán les ha conducido a la imprudencia. Y eso va a pesar en el equipo.

No han podido entrenar con regularidad, no han podido convivir, ni hacer las charlas con el entrenador con normalidad. Todo se ha visto enrarecido por algo que no era un detalle menor como algunos pensaron. El grupo de Luis Enrique ya tenía poco tiempo para forjarse como equipo, pero esto se va a traducir en el rendimiento en una competición de primer nivel. Solo la magia del entrenador puede sacar algo positivo de tanto despropósito acumulado