Un título abierto a las sorpresas

Un formato inédito que genera un sinfín de expectativas en todos los equipos. Como suele ser habitual, tanto Barça como Madrid parten con la etiqueta de favoritos, pese a que no tenemos ni idea del estado de forma y rendimiento que pueden ofrecer sus jugadores.

El hecho de convivir con tantas incógnitas desde un buen inicio, hace que estas quince jornadas de intenso baloncesto tengan un punto de morbo muy interesante. Ya dijo hace pocos días Ivanovic que el Baskonia estaba preparado para ganar el título. Unas declaraciones que, a buen seguro, hace tres meses no se le hubiera pasado por la cabeza realizar.

El Barça llega a Valencia con, de momento, una baja sensible. La marcha de Delaney causó sorpresa y hasta un punto de estupor entre los aficionados culés. Aún no sabemos la verdadera razón de la ruptura entre Club y jugador, pero la realidad es que el Barça pierde una pieza que estaba resultando decisiva para Pesic antes de que el mundo se colapsara. Un tirador compulsivo como él podía haber sido muy necesario en este momento.

En la actual situación, los jugadores de los diferentes conjuntos no tienen un buen ritmo de juego y no les será fácil anotar. Por tanto, y a expensas del retorno de Pangos, el equipo volverá a quedar “cojo” en una posición tan sensible. Todo y que Heurtel sea un jugador solvente, un relevo se antoja imprescindible.

En cualquier caso, la plantilla blaugrana sigue siendo de gran calidad. No cabe duda de que volverá a existir una gran dependencia de Mirotic, y veremos cómo asume de nuevo el montenegrino esta gran responsabilidad. Pero, aunque sea tirar de tópico, que nadie dude que cualquier rival será complicado. Mañana mismo, ante la Penya, el listón que marcarán los verdinegros será una prueba muy interesante para los blaugranas.

Más que nunca estaremos muy pendientes de las rotaciones de Pesic. Se jugará un partido cada 48 horas y, tras tantos días de inactividad, no parece sensato pensar que hombres como Mirotic, Heurtel, Higgins o Davis puedan disputar más de 30’ por encuentro. Las lesiones estarán presentes en la mente de todos los participantes, y saber gestionar los minutos puede resultar decisivo.

Dos semanas intensas para encumbrar a un campeón que siempre sabrá que su título no tendrá el mismo valor emocional que los logrados hasta el momento. Ni más, ni menos.