Silencio, toca la Champions

Leo Messi celebra el gol que abrió la cuenta azulgrana ante el Rayo Vallecano

Leo Messi celebra el gol que abrió la cuenta azulgrana ante el Rayo Vallecano / VALENTÍ ENRICH

Gerard López

Gerard López

Otro día en la oficina. El partido contra el Rayo fue un dejà vu, una repetición de lo que han sido muchos partidos del Barcelona esta temporada ante equipos de la parte media-baja de la clasificación en la que se lleva la victoria por inercia. Este tipo de rivales aguantan bien en la primera parte del partido pero a medida que pasan los minutos se impone la calidad y la superioridad técnica del Barça. El equipo de Valverde ha vivido muchos encuentros de similar perfil en los que se ha acabado impuesto a medida que pasan los minutos, como quien pica piedra hasta derribar el muro.

En este partido en concreto contra el Rayo, existía también un peso mental que hacía que el Barça tardara en forzar la máquina debido a la existencia de un partido clave en Champions este miércoles. Nadie quería lesionarse, nadie quería una sobrecarga o un contrapié que acabara afectando el partido de Champions. De ahí que faltara intensidad. Solo Dembélé no logró su propósito de salir vivo del partido contra el Rayo, una ausencia significativa por el momento de forma en el que se encontraba el francés.

Champions con ausencia Su disponibilidad o no para enfrentarse al Lyon condicionará la alineación de Valverde porque en principio debería ser Coutinho quien ocupará el puesto de Dembélé pero, con el paso de los partidos, el papel del brasileño cada vez es menos determinante. Va desaprovechando las oportunidades para marcar la diferencia y tampoco descartaría que el escogido fuera Malcom porque este jugador ha hecho buenos partidos cuando ha tenido la ocasión.

Si Valverde pronostica un partido de ida y de vuelta, Malcom puede tener más opciones. Coutinho no tiene la titularidad indiscutible en el caso de que Dembélé no esté disponible Teniendo en cuenta de que se trata de una lesión muscular, quizás se prefiera no arriesgar con el francés en previsión a unos futuros cuartos de final. Dada su explosividad, el riesgo a una recaída estaría allí por lo que lo prudente, quizás, sería no alinearle con el Lyon aunque sea a costa de perder desborde, gol y unas cualidades diferentes a las del resto de sus compañeros. 

El resto de la alineación no presenta muchas dudas. Solo en defensa con la dualidad de Semedo-Roberto en el lateral y Umtiti-Lenglet en el eje. Son las dos opciones abiertas que hay porque nadie discute a Piqué, Alba, Busquets, Rakitic, Arthur, Messi y Suárez.

Dos obligaciones ante el Lyon El objetivo del Barça en este partido de vuelta de los octavos de final contra el Lyon debe ser tener un partido controlado, especialmente seguro en defensa donde es clave no encajar un gol.  Si es así, tal y como quedó demostrado en la ida, el Lyon va a dejar espacios en su defensa, que es donde es débil. Tanto con un juego posicional o de contragolpe, el Barça tendrá sus ocasiones por lo que, sobretodo, deberá tener más acierto en los metros finales que el demostrado en el partido de ida. 

El Barcelona habrá que tener en cuenta dos aspectos: 1) La presencia de Fekir, jugador que se perdió el partido de ida, que otorgará al Lyon un mayor potencial ofensivo. 2) Que el Lyon no conoce la derrota a domicilio en esta Champions. Todos los resultados cosechados esta temporada en Europa fuera de Parc OL clasificarían al conjunto francés en el Camp Nou. Este dice mucho del carácter de este equipo que, ante las adversidades, no se arruga. El Barça deberá tenerlo en cuenta. Deberá jugar con mucho cuidado.