Opinión

Romeu por narices

Oriol Romeu, uno de los objetivos del Barça

Oriol Romeu, uno de los objetivos del Barça / SPORT

Desde que Sergio Busquets debutara en partido oficial con el Barcelona un 11 de septiembre de 2008 -en el Camp Nou, ante el Racing, 1-1, con Pep Guardiola en el banquillo- hasta el día de hoy, el club se ha gastado cerca de 500 millones de euros (en traspasos más variables, porque solamente uno, Kessie, llegó libre) en 14 futbolistas que pudieran hacerle sombra al fantástico medio centro de Badía y que, llegado el caso, hacieran más pasajera la temporada de su adiós.

Además, subieron 15 canteranos por la demarcación de Sergio pero ninguno logró consolidarse en el primer equipo. Ésta es la dimensión del personaje: 29 futbolistas lo intentaron y ninguno lo logró. Y hoy, sin Sergio en la plantilla, el problema sigue siendo mayúsculo porque el equipo azulgrana ha empezado la pretemporada y Xavi Hernández sigue sin tener cubierta la posición. Como ya se sabe, no acaba de ver ni a Frenkie de Jong ni a Nico González como medios centro.

Oriol Romeu acabará fichando por el Barça, sí o sí. Él es uno de esos 15 canteranos que lo intentaron y no pudieron con Busquets. Jugó 90 minutos de Supercopa y nueve, de Liga, en la temporada 2010-2011, con 19 años, pero quiso salir y ganarse su actual prestigio jugando en el Chelsea (dos temporadas), Valencia (una), Stuttgart (otra), Southampton (siete) y, el año pasado, en el Girona, donde rindió de lujo.

Gana duelos, defiende hacia delante y es correcto en el juego de pases. Y como es barato y Xavi ve que los grandes nombres son imposibles, quiere un pájaro en mano ya. Así que Romeu jugará en el Barça por narices porque el FC Barcelona pagará lo que estipule el contrato del jugador de Ulldecona con el Girona.

Un último comentario. Romeu está a punto de cumplir los 32 años y pudiera parecer una buena idea que el club fiche ahora a un veterano para esperar la madurez futbolística de Marc Casadó -a punto de los 20-, medio centro del filial, y Pau Prim -17-, del juvenil A. Sería maravilloso pensar que la operación no es fruto de la improvisación, sino consecuencia de una estrategia de la secretaría técnica para preparar el futuro de la entidad pensando en sus apuestas de la Masía. Sería una operación de club modélico.

Sin embargo, no hay duda de que la realidad no es esta por lo que, dada la situación económica del Barça, quizá éste sea un buen momento para revisar los protocolos de club rico y desordenado y establecer los procesos justos que permitan a la entidad no repetir los vergonzosos episodios de cada verano -desde hace muchos veranos- que han llevado al club a la ruina