El rol

Coutinho hizo autocríítica de su año en el Barça

Coutinho hizo autocríítica de su año en el Barça / Valentí Enrich

Xavi Torres

Xavi Torres

Cuatro nombres propios en clave Barça. El primero: Antoine Griezmann. Hasta el 1 de julio el Barça debe mantener silencio pero es evidente que el delantero francés será azulgrana. Segunda punta en el Atlético (por detrás de Diego Costa o Morata) y en la selección (tras Olivier Giraud) es el líder de dos equipos creados para contraatacar. Pocos futbolistas hay en el mundo con su capacidad para lanzar al 9 y aprovechar los múltiples espacios que se generan con esta fórmula futbolística. Griezmann, por edad (28) y trayectoria, manda.

Vamos a por el segundo nombre: Frenkie de Jong. Ya fichado por el Barcelona, el holandés ha demostrado en la Holanda de Ronald Koeman y en el Ajax de Erik ten Hag una capacidad extraordinaria para liderar el fútbol del equipo. En realidad, con balón, casi todo comienza por él. A los 22 años se sabe importante. Quizás, el más importante.

El tercer nombre es el de Matthijs de Ligt. A punto de cumplir los 20, el central holandés es el capitán del Ajax-sensación del año en Europa y es titularisimo en la Holanda subcampeona de la Liga de las Naciones. Lo que se ve y lo que se presume invitan a ficharlo.

Griezmann, De Jong y De Ligt, mandan. Sin duda, son tres jugadores que han demostrado nivel para liderar sus equipos. Y llegados a este punto, nos detenemos en el cuarto nombre: Philippe Coutinho. No hace falta profundizar sobre su temporada. Un desastre. Ahora se prepara para la Copa América -del 14 de junio al 7 de julio, en Brasil- con destacado protagonismo. Sin ir más lejos, en el último amistoso ante Honduras saldado con una victoria apabullante por 7 goles a 0, Cou exhibió liderazgo en el fútbol ofensivo y jerarquía para lanzar un penalti. Sin Neymar, él es el encargado. Y no otro. Él. Coutinho, a sus 27 años, en Brasil, manda. Sin embargo, en el Barça, no. Vive bloqueado por su nula capacidad de adaptación a una demarcación, a una manera de jugar extraña y, por supuesto, a la obligación de complementar con sus movimientos la imperial figura de Leo Messi. Coutinho es rehén de su rol en el Barça. Y no lo ha superado.

¿Qué pasará con Griezmann? Por detrás del delantero juega Messi, y Messi juega siempre. Por tanto, el francés, estrella de la selección campeona del mundo, deberá adaptarse a la banda, a jugar sin espacios, a regatear desde la posición de parado y a generar espacios para que el 10 emboque. ¿Lo asumirá? Eto’o se agotó; Ibrahimovic, no se vio; y Neymar bajó la cabeza hasta que dejó de bajarla. ¿Asumirá, a estas alturas, este otro rol? ¿Y De Jong? ¿Entenderá que Sergio ha sido dios en esta posición y en este método? ¿Y De Ligt? ¿No ha dicho todavía sí al Barça porque entiende que, hoy por hoy, puede sufrir en el banquillo ante el liderazgo de Piqué?

Son tres jugadores excelentes pero, recuerden, un futbolista es la suma de la calidad más la mentalidad. Calidad, les sobra. ¿Asumirán su nuevo rol? Por el bien del Barça y de su futuro, ojalá que sí.