El rival del Barça es el Girona, no el Madrid

El club blaugrana debe centrarse en recuperar límite salarial para poder competir en la élite

Savinho a celebra un gol con Dovbyk

Savinho a celebra un gol con Dovbyk / EFE

Jordi Badia

Jordi Badia

Afirmar que “el rival del Barça es el Girona y no el Madrid”, puede parecer una provocación, pero no lo es. A corto plazo, los blaugrana deberán luchar por la segunda plaza en la liga que les daría el pase directo a la Liga de Campeones. Con un calendario en que deben visitar San Mamés, Metropolitano, Santiago Bernabéu y Montilivi, ya parece más un reto que un objetivo plausible. Y, a medio plazo, con un Girona engranado en el City Group, es más probable que posible.

Hace poco más de una semana, la Liga publicó los nuevos límites salariales para los clubes de Primera y Segunda División. Poca atención han merecido, cuándo son el argumento que desde hace décadas explica los palmarés de las ligas domésticas y europea.

Al FC Barcelona se le reduce en 70 millones de euros y se queda en 204. El Real Madrid podrá tener un coste de plantilla del triple, hasta los 727 millones de euros. Esta situación, si se amplifica y cronifica, amenaza en convertir al Madrid en un rival simbólico.

El Barça debe asumir esta realidad y trabajar para revertirla lo antes posible porque pronto será tarde. Los ejemplos del Milan o el Manchester United no deberían pasar desapercibidos. Si no encuentra soluciones fuera de la esfera deportiva, el club blaugrana deberá reducir a más de la mitad su actual masa salarial. A corto plazo, significa vender sus futbolistas más cotizados. A medio plazo, incapacidad para retener el talento que genera la Masia, no solo para poder ficharlo. Y, a largo plazo, aceptar que todo tiempo pasado sí fue mejor.

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