A pesar de todo(s)

Alexia, Paredes y Jenni Hermoso celebran el billete olímpico en Sevilla

Alexia, Paredes y Jenni Hermoso celebran el billete olímpico en Sevilla / RFEF

Maria Tikas

Maria Tikas

“Pues otra primera vez. Por todas las que lo soñaron en algún momento”. Alexia Putellas, en la grada en la semifinal de la Nations League contra Países Bajos, es la voz de una generación que ha vivido lo mejor y lo peor con una selección española que hizo brillar más que nunca su estrella en Sevilla para lograr el billete a los Juegos Olímpicos por primera vez. Una generación que no se cansa de hacer historia. A pesar de todo. A pesar de todos. 

En el césped de La Cartuja, al término del encuentro, Alexia, Irene Paredes y Jenni Hermoso. “Las dinosaurias”, una etiqueta que se pone, entre risas, la madrileña. Unidas y abrazadas, con lágrimas en los ojos y el puño en alto. Una imagen que recordaba a Sídney. También las tres juntas y con la medalla de campeonas del mundo colgada del cuello. 

“Formamos un equipo muy bonito”, decía Jenni Hermoso sobre ello, “y poder vivir otra vez juntas algo tan significativo para el deporte español nos hace todavía más grandes. Solo con que Alexia esté aquí, para nosotras es ya un regalo. Llevábamos un tiempo teniendo una realidad muy poco clara, lo hablábamos el otro día. Nos merecíamos disfrutar otra vez de una alegría así y de otro hito histórico”. 

Cata Coll se emocionaba también en Sevilla: “Jolín, unos Juegos. Alexia nos lo ha dicho: ‘también por ellas’. Es que quizás son sus últimos Juegos, esa última oportunidad para hacerlo. Trabajo hecho, nos lo hemos merecido. Somos imbatibles y lo estamos demostrando”.

Alexia, Paredes y Jenni representan a una generación única. “No habrá otra igual”, decía Hermoso, “tenemos que disfrutarla”. Una generación de futbolistas que no han podido ser solo futbolistas. Que tuvieron que plantarse (más de una vez). Alzar la voz. Gritar ‘basta’ y ‘se acabó’ para que el mundo entero las escuchase. 

Ganaron el Mundial cuando ni siquiera figuraban en las quinielas porque atravesaban la peor crisis de la historia de la selección -la de ‘Las quince’- hasta que llegó otra todavía más grande, el ‘Caso Rubiales’. Tuvo que entrar incluso el gobierno, en la mítica ‘Cumbre de Oliva’ hasta las seis de la mañana, para garantizar unos cambios -básicos- en la Federación.

A nadie de los que mandan ahí le ha interesado nunca el fútbol practicado por mujeres. Inglaterra aprovechó el ‘tirón’ de la Eurocopa para apostarlo todo y llenar Wembley cada vez que juega la selección. Y aquí… una Cartuja que lucía vacía -a pesar del récord nacional de 21.856 espectadores- por un cambio de sede de última hora y una nula promoción del partido, el más importante de la historia en suelo español. Las cinco mejores asistencias en Francia superan esta, con las campeonas del Mundo en escena.

Vicky López debutó con la selección española ante los Países Bajos

Vicky López debutó con la selección española ante los Países Bajos / @SEFutbolFem

El fútbol femenino español lo tiene todo para marcar una época. El Mundial, la reciente clasificación histórica para los Juegos, los dos Balones de Oro de Alexia Putellas y el de Aitana Bonmatí, las Champions del Barça… Y todo esto, sin que el resto de las partes acompañe, se lo crea y apueste de verdad, siempre con la excepción del club azulgrana. Son ellas. 

Laia Aleixandri se acordaba en Sevilla de las que no están, porque ella, que se perdió el Mundial sabe lo que es no estar y ver, desde lo lejos, cómo su equipo hace historia. Y esta historia tan bonita no se deshace de ese ‘regustillo’ agridulce, incluso con un toque amargo de los que no te permiten disfrutarlo del todo. Porque Mapi León y Patri Guijarro siguen en casa. Y Claudia Pina, Lola Gallardo, Ainhoa Moraza, Amaiur Sarriegi, Nerea Eizagirre… Esto también es de ellas. Si no se hubiesen plantado, no estaríamos aquí.