La noche que Koeman sentenció a Griezmann

El Barça empezó el 2021 con victoria

El Barça empezó el 2021 con victoria / EFE

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El desesperante rendimiento de Griezmann ha agotado la paciencia de Koeman. El técnico holandés tomó ayer la decisión de dejar en el banquillo al delantero francés en el primer partido del año. Ya le sustituyó ante el Eibar (cuando quedaba casi media hora por jugar) en lo que fue un claro síntoma de que el entrenador ya estaba harto de la escasa aportación del galo. Y es que los números de Griezmann esta temporada van camino de ser peores que los de la pasada, que ya fueron pésimos. En los 48 partidos que jugó en la campaña anterior, el delantero francés marcó 15 goles. Es decir, su media fue de 0,29 tantos por encuentro. Ridículo para un futbolista por el que se pagaron 135 millones de euros de (120 de la cláusula de rescisión más 15 millones de penalización).

Se esperaba que en su segundo año en el Barça mejorara, especialmente con la llegada de un nuevo entrenador y tras la marcha de Luis Suárez. Pero no ha sido así. Al contrario. Ha ido de mal a fatal. En 19 encuentros ha marcado solo 5 goles y su media aún ha bajado más: está en 0,26 tantos por partido. Si al menos fuera decisivo participando en el ataque, pero tampoco: únicamente ha dado dos asistencias. No es de extrañar, pues, que Koeman se haya rendido a la evidencia: Griezmann no está para ser titular en el Barça. Ni siquiera en este Barça renqueante.

Un Barça que sigue agarrado, como no puede ser de otra forma, a Messi. El equipo blaugrana empezó con buen pie el 2021 con un correcto partido en el campo del Huesca. Dominó el encuentro con comodidad, especialmente en la primera mitad, con el crack argentino como gran catalizador del juego. Messi, que cumplía su partido 750 con la camiseta blaugrana (500 de ellos en la Liga), volvió a demostrar que continua siendo el líder espiritual y futbolístico. Pero a este Barça le falta rematar los partidos: pudo golear pero acabó pidiendo la hora. El solitario tanto de De Jong fue suficiente para sumar los tres puntos, pero no para despejar todas las dudas que aún genera el equipo de Koeman. Con Messi, por muy excelso que sea, no basta...