El mejor portero y el mejor goleador

Ter Stegen atajando una acción a Rakitic

Ter Stegen atajando una acción a Rakitic / EFE

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El fútbol, a veces, es mucho más sencillo de lo que parece. El Madrid adoptó la temporada pasada esta máxima: con un gran portero (Courtois) y un gran delantero (Benzema) tuvo suficiente para ganar Liga y Champions. El doblete blanco se edificó sobre las intervenciones geniales del meta belga y los goles del atacante francés. Así de fácil. Esta simplificación tiene, por supuesto, muchas aristas, muchos matices, pero todos los entrenadores saben que un equipo campeón se construye a través de su solvencia defensiva y su capacidad ofensiva. Justo lo que no ha tenido el Barça en los últimos años y parece que ahora, por fin, vuelve a tener. Esto no ha hecho más que empezar, pero el rendimiento que están ofreciendo Ter Stegen y Lewandowski invita al optimismo.

Ter Stegen HA VUELTO, así en mayúsculas. Los problemas físicos que arrastró la pasada lastraron enormemente su rendimiento. Este verano ha podido descansar y ponerse en forma adecuadamente. Y el resultado no puede ser más esperanzador. Ter Stegen es, otra vez, decisivo con sus paradas. Lo fue ante el Rayo, lo fue ante la Real Sociedad y lo fue el sábado ante el Sevilla. El alemán vuelve a ser ese extraordinario portero que salva goles y da puntos al equipo. Imprescindible para aspirar a conquistar títulos.

Tan imprescindible como la capacidad realizadora de Lewandowski. El polaco lleva cinco tantos en cuatro partidos, ya es Pichichi del campeonato y se ha convertido en el líder del nuevo Barça. En el Sánchez Pizjuán volvió a hacer una exhibición de clase y poderío, fabricando el primer gol, marcando el segundo y con opciones reales de conseguir un par más. En solo un mes ha dejado claro que es el ‘9’ que le faltaba al club blaugrana: intimidación, eficacia y jerarquía. Un triplete de cualidades que le pueden poner a la altura de los grandes: Romario, Ronaldo, Eto’o o Luis Suárez.

Ter Stegen y Lewandowski, evidentemente, no ganan ellos solos los partidos. Como tampoco lo hacían Courtois y Benzema. Aunque el fútbol del Barça es mucho coral y talentoso que el que exhibió el Madrid la temporada pasada. La ‘baby defensa’ formada por Koundé, Araujo, Eric Garcia y Balde (con una media de edad de 21 años), el tridente de centrocampistas que combina la experiencia de Busquets con la magia de Pedri y el ímpetu de Gavi y, por supuesto, la velocidad, la verticalidad y la inspiración de dos extremos como Dembélé y Raphinha completan un equipo titular que inspira tanta confianza como genera respeto. Un once con aires de campeón.