La Masia siempre responde

Nico González se está doctorando esta pretemporada

Nico González se está doctorando esta pretemporada / AFP

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Amor, Guardiola, Iniesta, Xavi, Busquets, Riqui Puig, Gavi, Nico… La cadena de montaje no descansa nunca en La Masia, productora de centrocampistas cuyo molde es siempre el mismo, cada uno de ellos con sus matices. No es lo mismo Nico que Busquets, pero no existe nadie en el mundo que se parezca más a Sergio que él. Como tampoco existe nadie tan similar a Xavi como Gavi. Cuando el Barça se fue a Brasil a firmar a Arthur olvidó que, antes, había que mirar en casa. Muchos no llegan porque no hay sitio para todos y Orellana y Oriol Busquets deberán buscarse la vida lejos del Camp Nou, donde hace frío y la protección es menor. Como Collado.

El Barça, cuando construye futbolistas, solo piensa en sí mismo, no en qué pasará si estos futbolistas no alcanzan la cima. Está bien que así sea porque eso permite esculpir jugadores con los que deberá invertir menos tiempo si pisan el vestuario del primer equipo. Solo existe un pero a esa forma de planificar: moralmente el club está obligado a dar el máximo de oportunidades posibles a quienes no lo tendrán nada fácil si prueban suerte en otros proyectos menos consistentes, más variables y con hojas de ruta marcadas por el entrenador de turno. Invertir en un futbolista durante años y descartarlo sin ni siquiera haberle testado es, además, malbaratar activos deportivamente, pero también a nivel económico. Estrenarse con el Barça sube automáticamente el valor de cualquier canterano. Koeman ha apostado por Nico y Gavi durante la pretemporada y la respuesta ha superado todas las expectativas. Hoy son mejores que ayer y valen más. Le pasó a Riqui Puig, que esta temporada ganará presencia. El único camino válido es el que recorrieron quienes les preceden. La patente está registrada desde hace años y quienes se dedican a construir el futuro han mantenido la maquinaria siempre engrasada. Solo necesitan que quienes mandan en el banquillo y en los despachos les escuchen. A Koeman le ha costado, pero La Masia (siempre pasa), le ha convencido con argumentos irrebatibles.