La línea roja que sí se ha traspasado con el Espai Barça

El presidente y la junta directiva del FC Barcelona, la actual, las que hubo antes y las que vendrán (si es que el club no se convierte antes en SA), solo tienen una regla de oro que cumplir. Una. Acatar y ejecutar a rajatabla la voluntad de sus socios expresada en la Asamblea. Si los socios deciden que la fachada del Camp Nou tiene que pintarse de color rosa, rosa tiene que pintarse. No valen interpretaciones, sesgos ni salidas por la tangente. Tampoco ingeniería contable.

El domingo 17 de octubre de 2021, los socios compromisarios acudieron a una Asamblea en la que se les presentó un dossier con 41 diapositivas (ahí es nada…) bajo el título ‘Información y aprobación financiación Espai Barça’. Justo después de que el entonces CEO Ferran Reverter explicara los detalles, Joan Laporta suspendió la Asamblea porque se habían quedado sin tiempo (eran las 20.30 de la noche) y el Barça jugaba a las 21.00 horas contra el Valencia. Dicha Asamblea se reanudó el sábado 23 de octubre en una carpa.

Entre esas 41 diapositivas, cuatro se dedicaron a explicar de forma pormenorizada la necesidad de hacer un nuevo Palau Blaugrana “adaptado a las necesidades de las secciones y que sea un referente mundial …”. En la diapositiva 24, se decía: “¿Cuánto cuesta realmente? ¿Cómo lo financiamos?”.

Al socio se le pidió votar/aprobar el Espai Barça en su conjunto, no una parte sí y otra no. Todo y hasta un máximo de 1.500 millones. Y el Espai Barça era: Camp Nou (900 millones), nuevo Palau Blaugrana+PalauPetit+Pista de Hielo (420), Urbanización+Campus (100), Modificación del Plan General Metropolitano (60) y Estadi Johan Cruyff (20). Eso fue lo que aprobaron 405 socios, que también tiene su miga…

El acuerdo de financiación del Espai Barça que se presentó en sociedad el jueves nos obligó a hacer un sencillo ejercicio de sumas y restas y por mucho que quieran vestir la realidad con traje de faralaes o de chulapa madrileña, no salen las cuentas. Falta dinero, y mucho, para completar un Palau Blaugrana que, por el aumento de costes de estos años, llegará a los 500 millones de euros.

Por cierto, ¿qué diablos son esos 200 millones en ‘contingencias’? ¿Un 14% del presupuesto en ‘contingencias’? ¿Es esta la transparencia de la que presumía poco después la vicepresidenta del club en redes sociales? ¿Tanto cuesta decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad? No hay nada peor que hacer una rueda de prensa para explicar un contenido y salir de ella con dudas…

Si la idea es que venga un inversor americano, chino o israelí y ejecute esa obra a cambio de quedarse con la explotación del Palau per saecula saeculorum, que lo hubieran dicho en su momento y que pasara por Asamblea. Lo que se pidió votar a los socios del FC Barcelona el 23 de octubre de 2021 no es exactamente lo mismo que se explicó este jueves.

Ah, y por cierto, desde dentro del club se comenta y se sabe que en la junta directiva donde se aprobó el Plan de Financiación del Espai Barça hubo un directivo que no votó a favor. ¿Por qué será?