Lewandowski alarga la agonía

Lewandowski, lamentándose por el resultado

Lewandowski, lamentándose por el resultado

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Noche triste, decepcionante, casi negra, para qué nos vamos a engañar, en el Camp Nou. El Barça no pudo con el Inter y el empate in extremis logrado al final solo sirve para alargar la agonía a la espera del milagro de que el Inter no gane en su campo al modesto Viktoria o, en última instancia, no arregle un ‘biscotto’ (tongo, para que nos entendamos) con el Bayern en la última jornada.

Y todo eso, con la dificultad de que hay que ganar al campeón alemán el próximo partido. Como ven, unas ecuaciones casi imposibles de resolver. Pero el futbol, fútbol es y mientras hay vida hay esperanza. En cualquier caso, que nadie se engañe, el Barça está más fuera que dentro y más después de ver lo que ha ocurrido hasta ahora. 

Lo peor es que no se puede poner ni un pero al resultado de ayer, es más las mejores oportunidades fueron para los italianos y Ter Stegen fue el salvador de ese halo de vida que todavía le queda al equipo.

A remolque

Llegados a este punto, hay que analizar con profundidad y espíritu crítico las causas de este descalabro que huele a fracaso histórico y amenaza de ruina económica. Es una frustración que el Barça no haya podido ganar ni un partido al Inter, que no es precisamente uno de los grandes de Europa.

Xavi dice que la Champions está siendo cruel con el Barça, y es verdad si tenemos en cuenta aquella derrota inmerecida en Munich y el gol anulado y el penalti no pitado en Milan. Pero también hay que reconocer que el Barça no ha dado la talla en Europa, no ha superado las adversidades y que ayer, cuando se jugaba la vida, fue a remolque.

La segunda parte fue una pesadilla, con un Piqué que regaló un gol con un fallo de juvenil y que acaso sea el principio de su fin en el Barça. Lo único que no puede negarse al equipo es la buena actitud y el coraje y esfuerzo que todos pusieron en el empeño de remontar el encuentro, pero no bastó y los dos goles de Lewandowski solo sirvieron para alargar una agonía que ojalá se pueda superar. Pero la verdad es que no podemos engañarles, esto huele a Europa League.