Opinión

Laporta ya ha matado a Xavi siga o no siga

El presidente tenía suficientes informes hace semanas para prescindir de él y no quiso

Ahora lo ha matado en vida. Si sigue, sabe que a la mínima le cesarán

Xavi Hernández y el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, anuncian el nuevo acuerdo para que Xavi sea el entrenador del primer equipo para la próxima temporada.

Xavi Hernández y el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, anuncian el nuevo acuerdo para que Xavi sea el entrenador del primer equipo para la próxima temporada. / Jordi Cotrina

El Barça se ha acostumbrado a vivir en una montaña rusa permanente con situaciones que, difícilmente, casan con la seriedad en la que debería gestionarse un club. El caso Xavi, sin duda, se lleva la palma. Porque el error del presidente no es echar marcha atrás tras haberlo confirmado sino la famosa cena en su domicilio en el que el técnico entró fuera del club y acabó saliendo renovado.

Si ahí Laporta ya sabía de la opinión contraria de su directiva y de los informes deportivos negativos a la continuidad del entrenador cometió un error gravísimo al dejarse llevar manteniendo a un técnico que no generaba consenso. La comedia de los últimos días deja claro que no hay confianza en Xavi y, pase lo que pase, está muerto. O le cesarán ahora o dentro de unos meses, pero tiene fecha de caducidad porque en el club no se confía en su proyecto. Ni ahora, ni antes.

Laporta manejaba desde enero informes preocupantes sobre la nula mejora individual de la mayoría de futbolistas y también de los errores defensivos que habían condenado al equipo en todas las competiciones con especial émfasis en las transiciones defensivas y el posicionamiento de los laterales. Errores que se han ido repitiendo y no se han corregido encajando severas goleadas en encuentros clave. Todo ello estaba encima de la mesa, pero Laporta decidió darle una oportunidad más a Xavi. Sin convencimiento,pero lo hizo.

La derrota ante el Girona colmó el vaso y la rueda de prensa de Xavi, repleta de realismo, ha servido de excusa para tomar una decisión que debió tomarse antes. Quizás queda un nuevo capítulo por escribir en todo este culebrón y ya no hay nada descartable, hasta que el técnico convenza de nuevo al presidente para seguir, pero aquí ya nada seráigual. Es imposible que Xavi pueda triunfar el próximo curso porque sabe lo que piensan internamente de él y tiene claro los movimientos que se han hecho en los últimos días para buscarle sustituto. Está muerto pase lo que pase y, tal vez, muera matando. Porque su adiós comenzó a escribirse con la marcha de Jordi Cruyff y Alemany.