A Laporta se lo están dejando en bandeja

Laporta, muy crítico con las formas del Barça

Laporta, muy crítico con las formas del Barça / EFE

Joan Vehils

Joan Vehils

Nunca antes a Joan Laporta le había beneficiado más su silencio que su verbo fácil. Al margen de algunos tuits críticos lanzados estos últimos días desde su cuenta personal, el que fuera presidente del Barça con Guardiola y Begiristain, lleva ahora varias semanas sin abrir la boca en público. Sin entrevistas, sin dejarse oír. O sea, sin utilizar su principal arma. No lo necesita. Entre unos y otros se lo están dejando en bandeja.

La crisis abierta tras el burofax de Messi le ha situado en una posición soñada. Todos nerviosos y él, Jan, viéndolas venir.

A priori, sus principales rivales, Víctor Font y Jordi Roche, aunque este último todavía no ha dado señales de vida, pueden quedar sin margen de maniobra si todo salta por los aires y la crisis se agranda. Es verdad que a día de hoy, Bartomeu y su junta no contemplan el adelanto electoral pero según el desenlace del ‘caso Messi’, la moción o la Asamblea de socios del mes de octubre, cualquier cosa puede pasar y, si pasa, Laporta partiría como máximo favorito.

Quizá, por eso, durante estas últimas semanas y días, ha habido contactos y llamadas para intentar el pacto imposible entre Laporta y Font. Es verdad que sus proyectos podrían tener similitudes pero ni uno ni otro estarían dispuestos a ceder la condición de número uno. Y, quizá también por eso, Laporta ha empezado a sufrir ataques y denuncias por sus ideas políticas. La última, desmentida por el propio Laporta, cuando le acusaron de pedir ayuda a su amigo Carles Puigdemont para poder elaborar una candidatura fuerte.

Tampoco han prosperado y ha habido otro tipo de encuentros para crear otras alianzas y es por ese motivo pero también por sus conocimientos de las cuentas del club, que el exvicepresidente Emili Rousaud está más cerca de dar un paso atrás que de encabezar una candidatura propia. Decidirá a finales de septiembre.

Por otra parte, sorprende que Font apoye la moción de censura unitaria presentada ayer, cosa que no han hecho el propio Laporta, Freixa, Benedito o Rousaud. A Font unirse con los débiles no le hace más fuerte. Es más, puede dar la sensación de que necesita protagonismo a cualquier precio.

Respecto a Freixa y Benedito siguen trabajando para presentarse en solitario e intentar dar la sorpresa ante la incertidumbre de los denominados favoritos.

MEJOR LEO QUE 700 MILLONES

Messi lo tenía tan fácil que uno no entiende cómo no adjuntó una carta junto al burofax. Una carta al socio, un tuit, cuatro líneas en Instagram, una declaración grabada... En fin, su versión de los hechos. A Messi, el silencio le está perjudicando mucho. La entidad, el socio y los aficionados merecen una explicación del capitán. Sin su versión todo son especulaciones que deterioran la imagen del club y, sobre todo, la marca Barça.

Por cierto, cuentan que en esta ocasión Leo ha hecho más caso a uno de sus abogados que a sus familiares más cercanos o sus habituales asesores. Así le ha ido. Por cierto, el Barça ha dejado de trabajar con el bufete Cuatrecasas que asesoraba a Messi. Nadie duda que Leo quiere al Barça y ama Barcelona y a nadie le sorprende que pueda estar cabreado con Bartomeu, con la junta, con sus colegas, con los entrenadores o con él mismo, pero un burofax...

En fin, un error subsanable y perdonable. Veremos...

Por su parte, Bartomeu ha cometido muchos errores pero ahora, por responsabilidad institucional, está obligado a defender la entidad. Luego, ya habrá tiempo de juzgarle, pero antes solo debe centrarse en los intereses del club. El de Bartomeu, por cierto solo es que Leo se quede. No contempla otra salida. No hay negociación posible. O se queda o viene el City con 700 millones. A día de hoy no hay más. Veremos cómo se desbloquea...

¡Ahh! Y sea una u otra la decisión, Messi tiene que salir por la puerta grande. La más grande. Complicado sí pero no imposible.