Un Girona con carácter y dos goleadores

LA GRAN REVELACIÓN. Ascender a Primera y, superado el ecuador del campeonato, estar clasificado octavo a 4 puntos de Europa y a 16 de las plazas de descenso, es motivo más que suficiente para considerarle el equipo revelación. Pero, además, lo ha hecho posible con la columna vertebral de la pasada campaña en Segunda A, a pesar de sus acuerdos con el Manchester City, y siendo fiel a su ideario futbolístico. Se ha plantado y ha encarado todos y cada uno de sus partidos de idéntica manera, jugase contra los grandes o lo hiciese ante equipos de potencial similar al suyo. El Girona tiene un estilo muy reconocible, tutelado por un técnico, Machín, con las ideas claras y que le ha plantado cara a los equipos grandes: victoria ante el Real Madrid y dos empates frente al Atlético. Sello muy personal en su juego, con defensa de tres centrales y dos carrileros, apenas utilizada como norma en Primera.

BANDAS CLAVE. Las bandas en ataque son largas y profundas, con Maffeo –en Montilivi tuvo la misión de perseguir al hombre por todo el campo a Messi–, Aday y Mojica. Se producen muchos cambios de orientación, generalmente de los centrales o de Granell, para aprovechar las llegadas del carrilero por banda contraria a la que se desarrolla el juego. Ello hace que se produzcan muchos centros al área. La mayoría de goles han llegado como consecuencia de esos centros. Granell y Pere Pons, en el centro del campo, son los encargados de la presión y de desarrollar ese fútbol oscuro pero efectivo, mientras por delante y un poco escorado a la izquierda, Borja es el jugador de mayor talento y creatividad en tres cuartos. Portu, por derecha, es una de las revelaciones de la liga, con un trabajo infatigable en defensa y con una profundidad enorme. Es gol, es trabajo, es velocidad. Siempre atento a los centros desde la banda contraria e intuitivo ante cualquier balón suelto en zona de área. Grandísima su temporada. Otro que lleva una temporada excepcional es Stuani, perfil de delantero uruguayo, peleón, guerrero, que disputa cada uno de los balones, que choca constantemente con los defensas a los que incomoda y que está enrachado ante el gol: 13 goles es una cifra más que notable. Sobre el campo dos nueves con almas idénticas. La estrategia y la capacidad de sus centrales en el juego aéreo es otra de sus virtudes.