Opinión

La farsa del Bernabéu (II)

La misma Federación que organizó el partido contra el racismo ha sancionado a víctimas de esta lacra como Sarr y el Rayo Majadahonda

Reunión entre la FIFA y la Federación en Las Rozas

Rueda de prensa portero del Rayo Majadahonda, Cheikh Kane Sarr

Rueda de prensa portero del Rayo Majadahonda, Cheikh Kane Sarr

Catalogábamos la semana pasada el partido que se había jugado en el Santiago Bernabéu entre las selecciones de España y Brasil y que había sido elevado a encuentro contra el racismo como una farsa.

Lo hacíamos porque entendíamos que elegir como bandera contra el racismo a un futbolista como Vinicius, con la actitud que tiene sobre el terreno de juego contra sus adversarios y aficionados rivales siempre es un peligro. También porque aquel partido había sido organizado con el único fin de recaudar dinero, especialmente por parte de la Federación Española, convirtiéndolo después en símbolo de la lucha contra el racismo el Real Madrid, Florentino Pérez y sus altavoces mediáticos.

Y solo unos días después, algunos hechos nos han dado la razón. El pasado fin de semana, actitudes racistas volvieron a estar presentes, desgraciadamente, en algunos campos. Aparecieron en Getafe contra el jugador del Sevilla, Acuña, y también contra su entrenador, Quique Sánchez Flores. Y especialmente grave fue lo que sucedió en Sestao. Se cansó tanto de escuchar insultos el portero del Rayo Majadahonda, Cheikh Sarr, que se dirigió encendido hacia la grada que había detrás de su portería y cogió de la bufanda a un aficionado local. Tras ello, todos sus compañeros decidieron abandonar el terreno de juego.

Pues bien, la Federación Española, la misma que había organizado el partido contra el racismo del Bernabéu, a través del Juez Único del Comité de Competición, José Alberto Peláez, decidió sancionar tanto a Sarr como al Rayo Majadahonda. Es cierto que José Alberto Peláez tuvo algo de sensibilidad considerando a Sarr víctima e imponiéndole la sanción mínima de dos partidos por no haber tenido una buena conducta deportiva, pero también lo es que, estando en plena lucha contra el racismo, se podría haber dejado al portero sin sanción. Como también a su equipo. Luchar contra conductas como la que tuvieron aficionados del Sestao con Sarr se hace con decisiones como la que tuvo todo el Rayo Majadahonda abandonando el campo, pero la Federación decidió sancionar al equipo con la pérdida del partido y una sanción de tres puntos en la clasificación, además de una multa de 3.000 euros, como si se hubiesen ido por una causa injustificada.

Las sanciones, además de una falta de empatía brutal con las víctimas, evidencian que el partido del Bernabéu lo organizó la Federación para ganar dinero y que no es lo mismo llamarse Vinicius que Sarr o jugar en el Real Madrid y el Rayo Majadahonda