Facturas

La imagen de Xavi que ha encendido al madridismo

La imagen de Xavi que ha encendido al madridismo / FCB

Rubén Uría

Rubén Uría

Escribo esto antes del Barça-Sevilla porque, más allá de un partido puntual, aquí hace falta perspectiva y contexto. A golpe de demagogia y euforia desatada, algunos culés compraron la burra coja de ‘La Xavineta’.

La caída fue dura. Algunos quisieron correr mucho y el equipo seguía en obras. En octubre, el Barça quedó fuera de la Champions. Un palo terrible. Suficiente para que todo hijo de vecina se animara a pasar factura. Se puso en solfa el proyecto, se convirtió a Laporta en piñata humana, se disparó con bala contra la gestión de Alemany, se destrozó a las ‘vacas sagradas’, se dudó del potencial de la plantilla y desde Madrid, los telepredicadores se dedicaron a abrir fuego a discreción contra Xavi Hernández. Por activa, por pasiva y por perifrástica, se repitió que Xavi estaba más verde que una lechuga de ‘Mercadona’, que no había empatado con nadie, que no sabía leer los partidos y que el Barça le quedaba grande. Cuatro meses después, todos los francotiradores que tirotearon a Xavi están escondidos debajo de la cama, porque el cuento ha cambiado.

El Barça marcha líder de la Liga, está en semis de Copa y ha levantado la Supercopa. No da para partirse la camisa, ni para irse a Canaletes, pero el panorama invita a pensar que a alguien se le fue la mano con las facturas que se le pasaron a Xavi. A algunos se les escapó la tortuga en octubre y ahora, en febrero, están más callados que una meretriz en misa. El tiempo, que suele poner a cada uno en su sitio, está demostrando que Xavi no es Guardiola, pero es bastante mejor entrenador de lo que sus fiscales decían. Al de Terrassa todavía le queda bastante por demostrar y todo por ganar, pero la clasificación, que es como la prueba del algodón, no engaña. Su Barça no siempre logra ganar y gustar, pero ha puesto velocidad de crucero.

Nadie puede garantizar que este Barça acabará siendo campeón de Liga, pero es del género idiota negar que se ha ido tremendamente injusto con Xavi en las dos cavernas mediáticas. En la de Madrid y en la de Barcelona, que, por cierto, cada día se parece más a la capitalina. En su momento, los cofrades mediáticos del “esto es lo que hay” tuvieron su minuto de gloria insinuando que a Xavi se le estaba poniendo cara de Koeman, pero la realidad es la que es. Por más que moleste, Xavi es bastante mejor entrenador de lo que era Koeman y bastante menos malo de lo que nos relataban los saltimbanquis habituales. Las notas, a final de curso. Lo que no admite debate es que igual Xavi no era el zoquete que nos habían profetizado los gurús de la caverna. Y para muestra, un botón: Xavi está empezando a sacar de quicio a la Brunete mediática de este país. Y si ellos ladran, Xavi cabalga.