Ética, vacunas y Roja

Los jugadores de la selección no se moverán de Las Rozas

Los jugadores de la selección no se moverán de Las Rozas / EFE

Pere Mas

Pere Mas

El positivo por covid-19 de Sergio Busquets en la Roja va camino de convertirse en un drama nacional que ni Lope de Vega hubiera imaginado. Una infección ha puesto de patas arriba media España con puñales cruzados entre la Federación, el Ministerio de Deportes y el de Sanidad cuyo final parecer ser la vacunación urgente de los jugadores. Digo parece ser porque en el momento de entregar estas líneas la Comisión de Salud Pública se ha inhibido y no les ha concedido permiso de vacunación extraordinaria.

A partir de aquí son inevitables adjetivos y reflexiones lanzadas por Josep Pedrerol como “chapuza nacional” o “lo peor de todo es que la vacuna no les servirá para la primera fase”. Manu Carreño insistía en “El Larguero” de la SER “¿Cuánto tarda en inmunizar desde que te ponen la vacuna? ¿Por qué antes no se podía y hoy sí? ¿Por qué los Olímpicos sí y la Selección no?” e insistía en la idea de “siempre tarde y chapuceramente”. En “Onze” de Esport 3 Dani Senabre disparaba “no es el fin del mundo pero está mal desde el punto de vista ético” mientras que el epidemiólogo Fernando Simón enfatizaba que esto es un negocio “se mueven muchos intereses alrededor del fútbol y puedo entender que vacunar la selección pueda ser una excepción”.

Blanco y en botella. Y, por cierto, todo este embrollo nos recuerda que una pandemia azota el mundo y aún no ha terminado. Cuídense, cuidémonos.